Noticias de Yucatán.
Al presentar su plan de infraestructura, Xóchitl Gálvez prevé retirar al Ejército de la ejecución y operación de obras, para concentrar su actuación en las labores de seguridad interior.
Además, anunció la revisión de las obras del Tren Maya y Dos Bocas, así cómo analizar la viabilidad del AIFA y qué obra se requiere para fortalecer el sistema de aeropuertos de la Ciudad de México.
"Con respeto, con mucho respeto, me dirijo a las Fuerzas Armadas, con muchísimo agradecimiento a las funciones y responsabilidades de las Fuerzas Armadas.
"Para nosotros, sus funciones están claramente definidas en nuestra Constitución. Pondremos en manos de civiles las obras de infraestructura, tanto en su ejecución como en su operación", planteó Gálvez, lo que generó aplausos de los asistentes al Centro Asturiano para conocer el Programa de Infraestructura.
Advirtió que el Ejército está "demasiado distraído", haciendo cosas que no le competen, porque no tiene que bachear carreteras ni construir trenes ni distribuir vacunas ni libros.
"El Ejército tiene facultades en la Constitución muy claras en la Seguridad Nacional. El Ejército tiene que ayudar a recuperar la soberanía nacional. Ese es el papel del Ejército, cuidar del país y ellos tienen los instrumentos, la inteligencia. Entonces, distraerlos en actividades es perder terreno en materia de seguridad", sostuvo.
Agregó que ya se vio que es necesario atender la seguridad del país, con lo que sucedió a Claudia Sheinbaum, la candidata presidencial de Morena, al ser retenida en Chiapas por u grupo de encapuchados.
En su mensaje, hidalguense sostuvo que el desarrollo de la infraestructura no puede responder a caprichos personales, ni ocurrencias, sino que tiene que proyectarse con una perspectiva técnica que escuche en todo momento a las regiones y a los distintos sectores de la población.
Citó que en el sexenio se invirtió 30 por ciento menos que en las administraciones anteriores, que pasaron del 4 por ciento al 2 por ciento del PIB.
"Por eso las carreteras están como están. Por eso los aeropuertos como el de la Ciudad de México se está cayendo a pedazos", comentó.
Dijo que la toma de decisiones en materia de infraestructura debe mejorar la calidad, acceso, eficiencia y cobertura, permitir el tránsito de personas y bienes con tranquilidad y confianza e impulsar el crecimiento económico, la integración del país y la prosperidad de las familias.
Explicó que el proyecto de infraestructura de su Gobierno será sostenible en cuatro dimensiones, la social, ambiental, económica y técnica.
"En la dimensión social: Habrá consulta y participación de la sociedad y de las comunidades, tanto en la definición de los proyectos, como en la adopción de medidas que armonicen la infraestructura en los entornos donde se ubique, cosa que no ocurrió con el Tren Maya.
"El Tren Maya fue un capricho que se tomó en Palacio Nacional. Nadie estaba en contra del Tren Maya de lo que no estábamos a favor era de que no se hicieran estudios de impacto ambiental, se omitieron los estudios de impacto ambiental y se omitieron las consultas a los pueblos y comunidades indígenas", destacó.
Sobre la dimensión ambiental, dijo que en el siglo de la crisis climática es indispensable el uso eficiente de recursos, la resiliencia y la compatibilidad con el entorno.
La dimensión económica, explicó, consistirá en un equilibrio adecuado entre las inversiones y los beneficios.
"Yo nada más quiero ver el nuevo modelo de negocios en la refinería de Dos Bocas, hiciste un modelo de negocio diciendo que costaba 8 mil millones de dólares y que empezaba a operar en julio de 2022.
"Ahora el nuevo modelo de negocios tiene que decir que costó 20 mil o 22 mil millones de dólares, cosa que todavía no sabemos y que no sabemos cuándo va a operar. Esa inversión ya no va a tener una tasa de recuperación viable y eso es lo que no puede pasar con el gasto público, no podemos usar el gasto público en caprichos y díganme quién en su sano juicio permitiría que se triplique el costo de un proyecto", cuestionó.
Sobre la dimensión institucional, explicó que las obras se fundamentarán en la legalidad y el rigor técnico, la eficiencia y la máxima publicidad.
"Nosotros no vamos a ocultar los contratos como se ha hecho en el caso del Tren Maya y en la refinería de Dos Bocas. He dicho claramente que en mi gobierno va a ser una caja de cristal, todo será público, son muy pocas cosas las que son.
"Hoy en esta administración con el pretexto de la seguridad nacional, prácticamente todo es oculto, todo se hace confidencial y eso es lo que está haciendo que la corrupción crezca. Ahí está el Tren Maya, los hijos del presidente, los sobrinos, los amigos, todo mundo involucrado en los negocios".
Agregó que el proyecto de infraestructura se guiará por seis criterios estratégicos, el primero, que los éstos respondan a la planeación regional y a la gobernanza que permita a las entidades federativas trabajar localmente y con proyectos que impacten dos o más de esas entidades con el apoyo del gobierno federal.
Planteó que se "recuperará" el potencial de los proyectos iniciados en este sexenio y se atenderán aquellos que están inconclusos bajo la premisa de maximizar su uso a efecto de evitar que se conviertan en una carga permanente para el erario público.
"Lo he dicho claramente lo que está bien se queda, lo que esta más o menos se corrige y lo que está mal se descarta", dijo.
"En el Tren Maya, por ejemplo, haremos una revisión cuidadosa y exhaustiva para tener certeza en cuanto a su impacto ambiental. Queremos saber realmente qué está pasando con las cavernas, qué está pasando con la selva.
"Calidad, seguridad y funcionalidad evaluando su vocación en la operación de carga y considerando tramos por separado, ya que no todos tienen la misma vocación", precisó.
Mencionó que preocupa la calidad de la obra del Tren Maya, porque a pocos meses de inaugurarse, ya se descarriló, lo cual es "increíble".
"Tenemos que ver si realmente la calidad del balasto es la que debe de ser, si los diseños están hechos con el rigor técnico, porque imagínense ese tren con esas cavernas abajo y con carga, pues sí es un tema muy delicado y muy peligroso", advirtió sin mencionar los señalamientos de corrupción en la contratación de la obra por parte de los hijos del presidente Andrés Manuel López Obrador.