Noticias de Yucatán.
Las periodistas María Idalia Gómez y Anabel Hernández alertaron sobre la creciente violencia en Sinaloa tras una posible traición de “Los Chapitos” a Ismael ‘El Mayo’ Zambada para su envío a Estados Unidos, lo que ha provocado enfrentamientos entre ambos clanes dentro del Cártel de Sinaloa.
Ambas coincidieron en que la situación en Sinaloa ha escalado a niveles alarmantes, reflejando una crisis de violencia que amenaza con extenderse a otras partes del país.
Anabel Hernández, señaló que la violencia se han convertido en “una guerra y pensar que estas son escaramuzas me parecería poco acertado porque estamos hablando de un territorio controlado totalmente por el crimen organizado”. Advirtió que la supuesta paz entre narcos, instaurada por los gobiernos de la 4T, “es una paz de papel”.
Además, mencionó que esta violencia se está extendiendo de Culiacán a Mazatlán en Sinaloa; así como a Durango, Nayarit y a “otras partes de México”.
También comparó la situación con lo que ocurrió entre 2008 y 2009, cuando dentro del Cártel de Sinaloa, “El Chapo” Guzmán y “El Mayo” Zambada rompieron con “Los Beltrán Leyva”.
Anabel Hernández advirtió que la violencia en Sinaloa podría ya haber llegado a la Ciudad de México.
Mencionó que el asesinato de Manuel Beltrán Quintero, alias “El 8”, en Polanco, podría indicar una posible expansión del conflicto hacia la capital del país.
Si es verdad que el asesinado ayer, el ejecutado es Manuel Beltrán Quintero, miembro del cártel de Caborca, estaríamos hablando que esta violencia no es poca cosa y podríamos estar hablando de que la guerra llegó a la Ciudad de México.
Dijo que hay una falta de una respuesta efectiva por parte de las autoridades, que hasta ahora “ha sido incapaz de frenar la escalada de violencia”.
Por su parte, María Idalia Gómez mencionó que la violencia en Sinaloa responde a traiciones históricas entre clanes del Cártel de Sinaloa:
” Yo siempre le llamé o le llamo al Cártel de Sinaloa, el Cártel del pacífico. ¿Por qué?. Porque es una alianza de familias y clanes que se unifican para un solo propósito. Y que Joaquín Guzmán Loera y su familia llegó a romper cuando traicionó a los hermanos Beltrán Leyva. Bueno, pues estas venganzas se están empezando a cumplir.”
María Idalia Gómez dijo que de las confrontaciones que se han dado en municipios ubicados en las partes altas de Sinaloa son para tratar de cercar a los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
“Lo que estamos viendo es una operación casi militar llevada a cabo por civiles armados que encabezan las familias y los clanes que están a favor de la familia Zambada y están acotando, están disminuyendo la capacidad operativa de “Los Chapos”. Y esto lo estamos viendo no solo en Sinaloa, lo estamos viendo en Nayarit, lo estamos viendo en Baja California Sur, lo estamos viendo en Chiapas, estamos viendo en Oaxaca y seguramente lo veremos pronto en Veracruz.”
Además, cuestionó que la situación pueda extenderse a Estados Unidos, Centro y Sudamérica.
Esta dinámica interna, dijo, podría tener un efecto desestabilizador en otras organizaciones criminales, como el Cártel Jalisco Nueva Generación, que podría verse involucrado si la situación no se controla rápidamente.
La periodista también mencionó que la suspensión de las fiestas patrias en Sinaloa responde al miedo de que el Gobernador del estado, Rubén Rocha, sea un “blanco fácil” durante los festejos.
“Y la última cosa, porque si no se me va a olvidar, el grito en Sinaloa, yo me pregunto, porque me han hecho llegar información a la suspensión, ¿quién tiene más miedo? Porque el cártel de Sinaloa no ha atacado a la población civil nunca, en un hecho como lo vimos en Michoacán, con la granada, nunca lo ha hecho. Al contrario, tiene un respaldo civil. ¿Quién tiene más miedo? ¿La población o el gobernador? ¿No sería un blanco perfecto?”.
Ambas periodistas coincidieron en que la violencia en Sinaloa es un síntoma de una crisis mayor, que podría tener repercusiones significativas tanto a nivel nacional como internacional.
Finalmente, Hernández criticó la falta de transparencia y la respuesta insuficiente de las autoridades, mientras que Gómez subrayó la necesidad de considerar el impacto de esta guerra en las comunidades locales y en la seguridad nacional.
