Noticias de Yucatán
La gobernadora le retira unos apoyos a su propia ahijada
10/05/2010
A 10 días de los comicios, José Alfredo Frías Chalé, veterano militante del PRI en Dzemul, anuncia su rompimiento con ese partido y con la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco con quien, afirma, realizó actividades partidistas durante más de una década.
La razón, dice el dzemuleño, es que él y sus familiares son víctimas de represalias por no apoyar al candidato del PRI a a la alcaldía de ese municipio, Irving Ortega Ku, primo de la jefa del Ejecutivo.
En visita a este periódico, Frías Chalé afirma que fue dado de baja como intendente del Cobay de Dzemul y a su hermana Minelia le retiraron el apoyo que recibía para su hija con discapacidad.
“No es porque nos hayan quitado el trabajo y el apoyo, sino por la forma en que nos trataron, ya estamos cansados de que se aprovechen de nosotros y de que jueguen con las necesidades de la gente”, indica el ex priista.
“El Domingo de Ramos, como a las 9 de la mañana, la gobernadora llegó a la casa de Minelia para amenazarla de que le iban a quitar los apoyos, molesta porque le fueron con el chisme de que mi hermana dijo que no recibía ninguna ayuda de ella y, además, la habían visto en eventos del PAN”, relata Frías Chalé.
“Mi hermana le dijo que no era cierto, que por el contrario siempre ha hablado bien de ella y que no había estado en actos del PAN, pero, molesta, Ivonne le siguió reclamando.
“Son comadres, Ivonne es madrina de mi sobrina que padece discapacidad. De nada sirvió que Minelia le explicara que todo eran chismes.
“La gobernadora llegó ese día con Lucía Canto, una de las que siempre se han beneficiado con los gobiernos del PRI.
“Lucía amenazó a mi hermana de que le van a quitar el trabajo a sus otros dos hijos, uno en el DIF Estatal y el otro en el Hospital Psiquiátrico. Seguro no tardan en cumplirlo”.
Alfredo Frías afirma que durante varios años apoyó a Ivonne Ortega a “acarrear” gente a los eventos del difunto ex gobernador Víctor Cervera Pacheco.
“Cuando mandaban los camiones yo era el que más gente reunía. Ibamos a Hunucmá a los actos de Cervera, a Motul, veníamos a Mérida, en fin... y todo por una pinch... torta y un juguito”.
“Ayudé a Ivonne en su campaña a la alcaldía, a la diputación, a la senaduría y a la gubernatura, pero eso ya se acabó. Ya me di cuenta que sólo ven por ellos y que sólo te utilizan cuando te necesitan.
“Es como ahorita, en casi tres años Ivonne no ha hecho nada por Dzemul, pero como estamos en campaña ya empezaron a repartir cosas.
“Eso es jugar con las necesidades de la gente. Lo que debió hacer desde el principio era trabajar con la alcaldesa (Elsy Rivera Sánchez, del PAN), para sacar adelante a Dzemul, pero no, prefirió castigar al pueblo por venganza política”.
Frías Chalé dice que no “levanta” la campaña de Irving Ortega debido a que fue impuesto por la gobernadora, cuando los priistas querían a Domingo Ortega Graniel, otro primo de Ivonne Ortega.
“Como no está jalando la campaña, hay presiones y amenazas por todos lados, también compra de votos con el reparto de apoyos.
“Ya se dio incluso la orden de que el día de las votaciones, a la gente la van a obligar a mostrar a los funcionarios de casillas —que son priistas— que cruzaron la boleta a favor del PRI, antes de meterla a la urna. Eso es un fraude, un delito electoral”, advierte Frías.
“Por todo lo que están haciendo, decidimos renunciar al PRI y conmigo se van por lo menos 20 personas”, afirma.
La razón, dice el dzemuleño, es que él y sus familiares son víctimas de represalias por no apoyar al candidato del PRI a a la alcaldía de ese municipio, Irving Ortega Ku, primo de la jefa del Ejecutivo.
En visita a este periódico, Frías Chalé afirma que fue dado de baja como intendente del Cobay de Dzemul y a su hermana Minelia le retiraron el apoyo que recibía para su hija con discapacidad.
“No es porque nos hayan quitado el trabajo y el apoyo, sino por la forma en que nos trataron, ya estamos cansados de que se aprovechen de nosotros y de que jueguen con las necesidades de la gente”, indica el ex priista.
“El Domingo de Ramos, como a las 9 de la mañana, la gobernadora llegó a la casa de Minelia para amenazarla de que le iban a quitar los apoyos, molesta porque le fueron con el chisme de que mi hermana dijo que no recibía ninguna ayuda de ella y, además, la habían visto en eventos del PAN”, relata Frías Chalé.
“Mi hermana le dijo que no era cierto, que por el contrario siempre ha hablado bien de ella y que no había estado en actos del PAN, pero, molesta, Ivonne le siguió reclamando.
“Son comadres, Ivonne es madrina de mi sobrina que padece discapacidad. De nada sirvió que Minelia le explicara que todo eran chismes.
“La gobernadora llegó ese día con Lucía Canto, una de las que siempre se han beneficiado con los gobiernos del PRI.
“Lucía amenazó a mi hermana de que le van a quitar el trabajo a sus otros dos hijos, uno en el DIF Estatal y el otro en el Hospital Psiquiátrico. Seguro no tardan en cumplirlo”.
Alfredo Frías afirma que durante varios años apoyó a Ivonne Ortega a “acarrear” gente a los eventos del difunto ex gobernador Víctor Cervera Pacheco.
“Cuando mandaban los camiones yo era el que más gente reunía. Ibamos a Hunucmá a los actos de Cervera, a Motul, veníamos a Mérida, en fin... y todo por una pinch... torta y un juguito”.
“Ayudé a Ivonne en su campaña a la alcaldía, a la diputación, a la senaduría y a la gubernatura, pero eso ya se acabó. Ya me di cuenta que sólo ven por ellos y que sólo te utilizan cuando te necesitan.
“Es como ahorita, en casi tres años Ivonne no ha hecho nada por Dzemul, pero como estamos en campaña ya empezaron a repartir cosas.
“Eso es jugar con las necesidades de la gente. Lo que debió hacer desde el principio era trabajar con la alcaldesa (Elsy Rivera Sánchez, del PAN), para sacar adelante a Dzemul, pero no, prefirió castigar al pueblo por venganza política”.
Frías Chalé dice que no “levanta” la campaña de Irving Ortega debido a que fue impuesto por la gobernadora, cuando los priistas querían a Domingo Ortega Graniel, otro primo de Ivonne Ortega.
“Como no está jalando la campaña, hay presiones y amenazas por todos lados, también compra de votos con el reparto de apoyos.
“Ya se dio incluso la orden de que el día de las votaciones, a la gente la van a obligar a mostrar a los funcionarios de casillas —que son priistas— que cruzaron la boleta a favor del PRI, antes de meterla a la urna. Eso es un fraude, un delito electoral”, advierte Frías.
“Por todo lo que están haciendo, decidimos renunciar al PRI y conmigo se van por lo menos 20 personas”, afirma.