09/09/10
En el primer semestre de 2010 se elevó el número de muertes en el interior de las prisiones del estado, denunció la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey): en total han fallecido cinco personas bajo la custodia de la autoridad.
La mayoría de éstas (hombres) ingresó a la cárcel por alterar el orden en estado de ebriedad o por violencia intrafamiliar.
Jorge Victoria Maldonado, presidente de la Codhey, indicó que en las prisiones se vive una situación alarmante, e hizo un llamado a las autoridades para que refuercen las medidas de control en las cárceles municipales y centros de reclusión.
De acuerdo con el ombudsman, ya se inició la investigación por la muerte de un reo ocurrida en Maxcanú el 3 de septiembre pasado, como dimos a conocer.
Por este hecho la Codhey solicitó un informe al presidente municipal de esa población sobre lo ocurrido y quiénes intervinieron en la detención, así como el certificado de la revisión médica efectuada al detenido.
Ahora la autoridad municipal tiene un plazo de 15 días naturales para responder.
De 2006 al primer semestre de 2010 han ocurrido 12 muertes en total en el interior de las prisiones del estado.
Según la Codhey, este año ya se tiene el mayor número de muertes de reos en prisiones. Hasta ayer sumaban cinco decesos, la mayoría por suicidio.
Los fallecimientos en las cárceles en los últimos cuatro años han ido en aumento; en 2006, 2007 y 2008 sólo hubo una muerte por año en el interior de las cárceles, en Hunucmá, Izamal y Mérida, todas por suicidio.
En 2009 cuatro personas murieron por suicidio en Tizimín, Mérida, Sotuta y Seyé, y en lo que va del año ya hay cinco fallecidos: en Tzucacab, Maxcanú, Tekax y dos en Mérida.
Actualmente la Codhey tiene abiertas cinco averiguaciones por muertes en prisiones, incluida la de un reo en Tekax, cuyo deceso ocurrió en una celda de la Procuraduría.
Se informó que las cárceles en el estado no cumplen los requerimientos de seguridad que exige la ley, no hay valoración médica para determinar si existen tendencias suicidas o el estado de salud de los detenidos.
En algunos casos, las instalaciones propician condiciones inhumanas y están descuidadas. "No hay vigilancia, se les deja a su suerte", indicó Victoria Maldonad
o