En medio de carencias económicas, durante 18 años han vivido olvidados por las autoridades en los límites de Mérida y Umán. Se trata de los vecinos de la colonia El Roble Agrícola IV.
Los vecinos manifiestan que prácticamente pasan inadvertidos para los gobernantes, pues ni las autoridades municipales de Mérida ni las de Umán, y menos la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco les han hecho caso a sus constantes solicitudes de servicios públicos.
"No somos ni de aquí ni de allá, realmente estamos abandonados y así ha sido desde que se fundó la colonia; aquí nunca han llegado los gobernadores. Sólo se enteran de que existimos cuando matan a alguien en el Periférico", se quejaron los colonos.
Visitas sin éxito
En los últimos dos años un grupo de habitantes de esa colonia ha acudido varias veces a Palacio de Gobierno para hablar con la gobernadora, pero nunca le han podido externar personalmente sus peticiones.
La zona ya tiene agua potable, energía eléctrica y alumbrado público, pero carece de calles, guarniciones, alcantarillado y pozos. Incluso destaca la planta potabilizadora de agua Roble IV.
También hay una pequeña escuela con dos aulas que construyó el Conafe. Por las mañanas funciona como kínder y por la tarde como primaria, pero muchas madres de familia prefieren llevar a sus hijos a la primaria Guadalupe Victoria, que se encuentra cruzando el Periférico, en la zona de Mérida.
"Todos los días arriesgamos la vida para cruzar el Periférico, pero a las autoridades no les interesa la forma como vive la gente pobre como nosotros", dijo Cristina Cocom Caamal
