La vida de Regina Uicab Baas cambió de manera drástica cuando a su esposo Carlos Germán Chan Canul le detectaron epilepsia hace seis años.
Las crisis convulsivas se agravaron hasta dejarlo inutilizado de las piernas. Su esposa lo movía con una silla de ruedas.
Chan Canul era bodeguero, limpiaba casas y lavaba ropa. Todo iba bien para el matrimonio que ya había procreado seis hijos... hasta que surgió la epilepsia.
La silla de ruedas se echó a perder y Chan Canul tuvo que quedarse en un colchón que le regalaron.
Regina dejó su trabajo para atender a su esposo. El anterior presidente municipal de Kanasín, donde viven, los apoyaba con dinero en efectivo y con los pañales, lo cual, según Regina, no hace el actual.
"Me piden que lo lleve a Palacio Municipal para que lo vean, pero no lo puedo mover, no sirve la silla, se oxidaron las ruedas porque ahí lo bañaba. Les he pedido que vayan a la casa que está a sólo dos cuadras de distancia, pero dicen que no tienen tiempo", indicó la mujer.
"Mi esposo sufre mucho acostado, se desespera; el colchón ya se hundió y él tiene la espalda toda llagada. Nos hace falta todo y yo no puedo trabajar, dos de mis hijos ya se casaron pero viven con nosotros.- L.I.A.E.
La vida del matrimonio Chan Uicab sufrió un drástico cambio debido a la epilepsia.
Ayuda
Regina Uicab acudió al Diario para pedir que se dé a conocer su caso con la esperanza de que haya gente que los apoye. Su marido necesita un colchón nuevo, pues el que tiene ya está "vencido", una silla de ruedas y pañales para adulto (utiliza en promedio cinco al día).
Dirección
Viven en una casa sin número de la calle 22 entre 23 y 25, en Kanasín.