Como cada año, el desfile conmemorativo de la Revolución ocasionó problemas a automovilistas y transeúntes.
Durante más de tres horas la ciudad quedó dividida en dos debido al cierre a la circulación vehicular que se dispuso desde la Prolongación del Paseo de Montejo hasta el barrio de San Juan, en el centro de la ciudad.
Los problemas no fueron sólo para automovilistas que pretendían atravesar el Centro o el Paseo de Montejo, sino también para las personas que querían viajar en el servicio público a otras zonas de la ciudad, pues los paraderos se reubicaron, aunque no todos sabían a dónde.
Durante el desfile la situación fue caótica para los transeúntes, pues había muy pocos sitios por donde atravesar a lo largo del derrotero.
Al término del evento, la situación empeoró, porque la gente que acudió a presenciar el desfile y los que participaron en él comenzaron a retirarse, de manera que se congestionaron nuevamente las calles cuando se abrieron al tránsito vehicular.
La Policía Municipal de Mérida y la SSP no reportaron problemas graves, aunque sus agentes fueron blanco de reclamaciones de automovilistas que quedaron atrapados en el caos vial que se formó desde las primeras horas de la mañana.
La situación mejoró por la tarde, incluso hubo poco tránsito vehicular en comparación con otros sábados
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