(2)Autoridades policíacas tomaron conocimiento ayer de otro homicidio en Mérida: una empleada doméstica que fue asesinada en una residencia de la colonia San Antonio Cinta.
La mujer, identificada como Anselma Uh Pérez, murió de heridas hechas con un desarmador.
El cuerpo de la infortunada trabajadora, de unos 50 años, fue hallado a las 9 de la mañana por el dueño de la vivienda donde prestaba servicio, el arquitecto Sebastián Riancho G. Cantón.
El hallazgo motivó amplia movilización policíaca por la zona.
De acuerdo con los datos recabados, la empleada doméstica estaba semidesnuda y presentaba varias heridas en el cuerpo, pero la que le causó la muerte fue una a la altura del cuello, infligida con un desarmador que se encontró en el sitio. Deja en la orfandad a cuatro hijos.
La mujer tenía una toalla en la cara y dos hamacas sobre el cuerpo.
El arquitecto Riancho G. Cantón dijo a las autoridades que salió de su vivienda a las 6:45 de la mañana y al retornar a las 9 horas, junto con el albañil Javier de Jesús Cuxim Huchim, encontraron el cuerpo en una bodega ubicada cerca de la alberca de la casa, en la calle 14 con 3 de esa colonia.
Los agentes ministeriales indicaron que una de las líneas de investigación involucra a un hombre con el que la mujer mantenía una relación y otra de las hipótesis relaciona a una mujer, aunque no se dieron mayores detalles.
La mujer realizaba trabajos domésticos en la casa los lunes y martes y fue precisamente anteayer cuando el dueño la vio por última vez, antes de dormir.
Al parecer, el crimen ocurrió en la madrugada, fuera de la bodega, debido a las manchas de sangre que se hallaron fuera.
Los policías también hallaron indicios de abuso sexual, de manera que se ordenaron análisis postmortem para verificarlos.
Peritos expertos en criminalística realizaron durante cerca de tres horas trabajos de investigación para la localización de evidencias en el lugar.
Las pesquisas estuvieron encabezadas por el comandante Carlos Cantón y Magaña, director de la Policía Ministerial, aunque fue personal de la SSP el que llegó primero al sitio.
Vecinos del rumbo dijeron que no escucharon ningún ruido y no pudieron ver nada debido a que las bardas tienen más de dos metros de altura.
El arquitecto vive solo en la residencia, pero lo visitan regularmente sus hijas. Está separado de su esposa, al parecer de origen cubano.
Los vecinos indicaron que también llegaban unos albañiles a trabajar.
"Hay que recrear el último día de la empleada para encontrar más detalles", dijo uno de los agentes investigadores.
"Yo nada más llegué para buscar el material, hasta mi herramienta se quedó", indicó Cuxim Huchim al relatar que entró a la casa con el arquitecto y vieron que los pies de la mujer salían de la bodega
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