Aceras destruidas, jardines secos, falta de iluminación adecuada y vendedores de vehículos que ocupan espacios agobian al Parque de la Paz.
A pesar de que hace unos días, a raíz de una denuncia en Voces del público, autoridades pintaron los espacios de protección para los peatones, los guiadores no los respetan.
Además, la falta de mantenimiento de la infraestructura del espacio recreativo ofrece una mala imagen a ese rumbo de la ciudad.
El Parque de la Paz, frente a la ex Penitenciaría, está en la lista de grandes centros de recreo de la ciudad, pero es poco visitado por las familias. Su único atractivo es la fuente, que hace unos meses recibió mantenimiento.
El parque estuvo considerado en el corredor turístico, proyecto del plan de restauración de casonas del porfiriato ubicadas sobre la calle 59, una de las entradas principales al Centro Histórico, que llevó al cabo el ex alcalde César Bojórquez Zapata. Sin embargo, sólo se restauraron las falladas de algunas casonas, se hizo el cableado subterráneo, se mejoró el alumbrado público y se construyeron pasos peatonales y banquetas nuevas sobre la calle 59.
El sitio recreativo de nuevo quedó en el olvido y su infraestructura se deteriora cada vez más, el suelo está agrietado y las aceras que lo rodean están totalmente destruidas.
Según personas que trabajan en las oficinas de la ex Penitenciaría, fueron rotas desde hace más de un año por empleados municipales y hasta la fecha no las han reparado.
Los sábados y domingos las calles aledañas al Parque de la Paz y la ex Penitenciaría son ocupadas por el tianguis del automóvil, cuando se registra intenso movimiento, tanto de compradores como de vendedores.
El tránsito en la zona llega a ser un caos. Recientemente la policía pintó las rayas peatonales y franjas amarillas, pero los automovilistas y choferes del transporte público pocas veces respetan esos espacios.
"El parque es demasiado grande y un lugar representativo de Mérida, las autoridades municipales deben rescatarlo; en las noches las lámparas no dan suficiente iluminación, y también deben reparar las aceras que llevan más de un año rotas y poner mayor vigilancia policiaca", solicita el contador Carlos Sosa López. MARTHA Dzul CHAN; martha.chan@megamedia.com.mx
El Parque de la Paz es uno de los espacios recreativos más grandes de la ciudad, pero presenta una cara de descuido.
Parque triste
"Es un parque muy triste, porque su pasto está muy seco, no tiene flores y menos un espacio para los niños. Es un lugar muy solitario, se nota que la gente no lo visita porque no posee ninguno atractivo", expresa Dolores Reynoso Chávez, visitante del Distrito Federal.
Hotel de pobres
Las bancas del parque son utilizadas como camas por personas del interior del Estado que tienen sus familiares enfermos ingresados en el hospital O'Horán.
Tianguis del auto
Los fines de semana el parque y sus alrededores son ocupados por personas que venden y compran vehículos en el tianguis del automóvil