(1)"¡Ya volaron todos!" fueron las palabras de la propietaria de un comercio cuando se le preguntó sobre los puestos instalados en el pasaje entre el Museo de la Ciudad y el Portal de Granos.
Las estructuras metálicas, o lo que queda de ellas, están hace un mes en ese espacio, cercano al mercado Lucas de Gálvez.
-No los han ocupado, sirven como refugio de borrachos, muchos ya se cayeron y otros están a punto de caerse, perjudican el paso -señaló la mujer, quien no quiso identificarse por temor a represalias.
El Museo de la Ciudad ha perdido elegancia, los turistas y las familias temen pasar por ahí, comerciantes que desde hace tiempo ocupan esos lugares reportan bajan en sus ventas por el mal aspecto de esas estructuras y la proliferación de vendedores ambulantes, lo que ocasiona que las personas no se acerquen por temor a su seguridad.
-Dan mal aspecto y obstruyen el paso de la gente. La policía muy de vez en cuando pasa. Estaba mejor como antes, cuando sólo era calle y no había esos puestos. Hay muchos pleitos, teporochos, prostitutas, no lo veo bien -consideró un empleado de la jarciería La Fama.
El Ayuntamiento informó hace un mes que en el pasaje entre el Museo de la Ciudad y el Portal de Granos se reubicarían en módulos metálicos los comerciantes de "La Pepita" durante el tiempo que dure el remozamiento de la zona.
Sin embargo, hasta el momento los locatarios no se han trasladado a ese sitio.
-Las láminas se mueven, un niño se lastimó ayer, se subió a una reja de las que están en los puestos y se le cayó encima, son peligrosos, nadie los está vigilando, por aquí pasan muchas familias, no es un lugar seguro - indicó el comerciante Gaspar Armando Cetz.
Los propietarios de los negocios del rumbo se encuentran disgustados debido a las irregularidades que observan en este tramo.
La belleza del Museo de la Ciudad es opacada por los colores burdos metálicos de los puestos temporales; los gritos de relajo y polémica se escuchan en el pasaje y la tranquilidad de lo que antes era ese espacio está perturbada
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