Noticias de Yucatán
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Tema: El paso deprimido
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Publicada: 11 noviembre 2011
Foro en el que participaron ayer Enrique Urzaiz Lares, Luis Ramírez Carrillo y Marco Tulio Peraza en el local de Sociedad en Movimiento 
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Los hechos de violencia ocurridos en la zona del paso deprimido y otros de tipo similar muestran que en el Ayuntamiento y el gobierno estatal no hay gobernabilidad, sigue el corporativismo y las obras venideras serán difíciles de realizar a menos que se impongan por la fuerza, dijo el investigador de la Uady Luis Ramírez Carrillo.
"Es el presente, el pasado y el futuro que forman el entorno de la relación entre las autoridades y la sociedad en Yucatán", agregó.
Ramírez Carrillo fue uno de los ponentes del foro vespertino que organizó la agrupación Sociedad en Movimiento sobre esa polémica obra. Sus conceptos sobre la relación gobierno-sociedad se centraron en tres tiempos.
"El presente es la falta de gobernabilidad en el Ayuntamiento y el gobierno estatal, razón por la cual construcción no fue planeada, careció de sustento técnico que convenza y no hubo capacidad para negociar con los actores sociales. En ambas autoridades la forma de gobernar es la fuerza, la corrupción y la dádiva", explicó el sociólogo.
"El pasado es el corporativismo que sigue presente. El PRI y las autoridades siguen controlando a grupos del rastro, los mercados, el transporte, etc.; es el viejo PRI que muestra la garra.
"Si lo anterior define la relación sociedad-gobierno, entonces somos impermeables al futuro que se caracteriza por una democracia deliberativa y participativa, No hay otro camino, incluso el comunismo y el capitalismo aceptan que esa es la vía actual.
"No se pueden imponer por la fuerza las acciones de gobierno, hay que dialogar, negociar y saber convencer. De lo contrario ninguna obra tendrá futuro", enfatizó.
El investigador subrayó que más allá de la pugna entre partidos, como el PAN y el PRI, hay una sociedad que pide ser escuchada.- (Continuará)Hansel Vargas Aguilar
Más información: http://www.yucatan.com.mx/pasodeprimido"Es el presente, el pasado y el futuro que forman el entorno de la relación entre las autoridades y la sociedad en Yucatán", agregó.
Ramírez Carrillo fue uno de los ponentes del foro vespertino que organizó la agrupación Sociedad en Movimiento sobre esa polémica obra. Sus conceptos sobre la relación gobierno-sociedad se centraron en tres tiempos.
"El presente es la falta de gobernabilidad en el Ayuntamiento y el gobierno estatal, razón por la cual construcción no fue planeada, careció de sustento técnico que convenza y no hubo capacidad para negociar con los actores sociales. En ambas autoridades la forma de gobernar es la fuerza, la corrupción y la dádiva", explicó el sociólogo.
"El pasado es el corporativismo que sigue presente. El PRI y las autoridades siguen controlando a grupos del rastro, los mercados, el transporte, etc.; es el viejo PRI que muestra la garra.
"Si lo anterior define la relación sociedad-gobierno, entonces somos impermeables al futuro que se caracteriza por una democracia deliberativa y participativa, No hay otro camino, incluso el comunismo y el capitalismo aceptan que esa es la vía actual.
"No se pueden imponer por la fuerza las acciones de gobierno, hay que dialogar, negociar y saber convencer. De lo contrario ninguna obra tendrá futuro", enfatizó.
El investigador subrayó que más allá de la pugna entre partidos, como el PAN y el PRI, hay una sociedad que pide ser escuchada.- (Continuará)Hansel Vargas Aguilar
Tema: El paso deprimido
En contexto:
En sus propias palabras
Luis Ramírez Carrillo
"El Ayuntamiento y el gobierno estatal no entienden que en el mundo moderno ya no cabe el viejo PRI, el de hace décadas".
"No hay que confudirse: la inconformidad con la situación económica, social y política no quiere decir que se desea que retorne ese antiguo PRI".
"La sociedad actual es distinta, no se pueden imponer las obras y proyectos de gobierno, hay que abrirse al diálogo y la negociación de lo contrario las acciones oficiales no tendrán futuro".
Luis Ramírez Carrillo
"El Ayuntamiento y el gobierno estatal no entienden que en el mundo moderno ya no cabe el viejo PRI, el de hace décadas".
"No hay que confudirse: la inconformidad con la situación económica, social y política no quiere decir que se desea que retorne ese antiguo PRI".
"La sociedad actual es distinta, no se pueden imponer las obras y proyectos de gobierno, hay que abrirse al diálogo y la negociación de lo contrario las acciones oficiales no tendrán futuro".
