Golpe a los más pobres

19 diciembre 2011
Noticias de Yucatán

 (incumplimiento, retroceso, pobreza, fao. onu)


Grandes perjuicios por el retiro de un proyecto de la FAO 
Publicada:  19 diciembre 2011
Faustina Chuc Collí, vecina de Cisteíl, Yaxcabá, frente a un corral con gallinas que fomentó con el apoyo del programa PESA
Faustina Chuc Collí, vecina de Cisteíl, Yaxcabá, frente a un corral con gallinas que fomentó con el apoyo del programa PESA Ver fotos(6)
En amplios terrenos de Cantamayec, sobre grandes capas de piedra donde se podría pensar que nada nace, se levantan huertas y granjas avícolas y porcícolas en pequeña escala. Todo a la vez.

En Cisteíl, comisaría de Yaxcabá recordada como cuna de la rebelión de Jacinto Canek, gallinas de rojo plumaje superan en número a los ejemplares de cerdo pelón que deambulan en patios y calles.

Y en Tahdziú, el municipio yucateco sobre el que pesan los mayores índices de marginación, vivos colores adornan hipiles bordados y decenas de aves se pasean de un lado a otro en improvisados, limpios corrales.

Algo tienen en común esos tres lugares: son, al igual que otras comunidades yucatecas, reflejo de un trabajo alentado por el Proyecto Estratégico para la Seguridad Alimentaria (PESA) de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Sin embargo, los frutos de ese trabajo amenazan con venirse abajo por la cancelación del proyecto ante un incumplimiento del gobierno del Estado, que decidió no aportar este año la parte que le corresponde a pesar de que el gobierno federal sí entregó la suya.

El incumplimiento no golpea a cualquiera, sino a los más necesitados, a la gente que atraviesa penurias para aplacar el hambre.

La FAO considera en situación de hambre a una familia cuando responde afirmativamente a esta pregunta: ¿Usted o algún miembro de su familia quiso comer en algún momento del día y no hubo alimento disponible?

Antecedentes

El 8 de septiembre publicamos que el PESA fue cancelado este año en Yucatán porque el Ejecutivo estatal no cumplió un convenio.

Al cierre de 2010 ese programa de la FAO ya trabajaba en 16 municipios yucatecos. Su presencia se extendía a 90 localidades de alta marginación, con más de 1,800 familias atendidas.

En total, mediante el PESA este año se esperaba ejercer once millones de pesos, producto de una mezcla de recursos federales y estatales, una de las dos vías para obtener fondos. De esa suma, $6.500,000 serían para proyectos productivos y $4.500,000 para tres agencias de desarrollo rural (se les identifica con las siglas ADR) involucradas en el proceso de asistencia técnica y capacitación a las comunidades beneficiadas.

El 75% de los $11 millones son aportación federal que sí llegó y fue destinado a otros fines por la Secretaría de Fomento Agropecuario y Pesquero, que encabeza Alejandro Menéndez Bojórquez.

Precisamente por ese incumplimiento a las agencias les causó extrañeza que hace unos días el secretario difundiera datos sobre presuntos apoyos dentro del PESA, que en realidad nunca se entregaron.

"Aquí está claro: quieren tranzar el dinero para formar su cochinito electoral y, de paso, enriquecer más a algunos funcionarios", declaró Pedro Cabrera Quijano, presidente de la Fundación Produce Yucatán, cuando dimos a conocer la cancelación del programa en septiembre.

La otra campaña

En esta ocasión, Cabrera Quijano guía a los reporteros en un recorrido por algunas poblaciones atendidas mediante el PESA. Es parte de "La otra campaña" que anunció el directivo para mostrar abusos oficiales, corrupción, abandono y otros problemas que afectan al campo yucateco.

Visitamos la cabecera de Cantamayec, Cisteíl -comisaría de Yaxcabá- y Tahdziú, poblaciones cuya atención dentro del PESA corresponde a la agencia Centro de Estudios y Desarrollo Social.

Aunque este año no recibió recursos del programa, esa oficina gestionó y obtuvo apoyos por otras vías, como la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), a fin de continuar los trabajos.

Los beneficios son evidentes: grupos organizados de mujeres desempeñan distintas actividades productivas que les ayudan en la economía familiar. Lo mismo crían aves y cerdos que cultivan hortalizas y frutas, impulsan la producción de huevo en traspatio, bordan hipiles y fomentan cajas de ahorro y préstamo comunitario.

El objetivo medular es sentar las bases para que los beneficiarios obtengan la suficiencia alimentaria.

Durante el recorrido se palpa la preocupación de la gente por la cancelación del programa. Hay incertidumbre, pese a los esfuerzos de la agencia de desarrollo por sostener el trabajo.

En otro lugar de esta misma página ofrecemos algunos testimonios.- Angel Noh Estrada

angelnoh@megamedia.com.mx

@angelovaliant

Tema: Exclusivas Central 9 
En contexto:
Proyecto de la FAO | Más detalles

Tres agencias trabajaron mediante el programa PESA en Yucatán, cancelado este año.

Alta marginación

La zona Centro-Sur quedó a cargo del Centro de Estudios y Desarrollo Social, con 30 localidades. Esa área incluye a los cinco municipios de más alta marginación del Estado: Tahdziú, Mayapán, Cantamayec, Chankom y Yaxcabá.

La primera vez

En total son 16 municipios afectados por la paralización del programa, motivada por la falta de aportación del gobierno del Estado. El PESA inició sus operaciones en Yucatán en 2003 y es la primera vez que se enfrenta a problemas para su operación.

Acompañamiento

La FAO exige a los estados incluidos en el programa que los proyectos tengan "acompañamiento", es decir, capacitación y asesoría. En este rubro entran en acción las agencias de desarrollo rural.

"No queremos que se vaya"
Grupos de mujeres exponen frutos del trabajo organizado 
Publicada:  19 diciembre 2011
Alicia Che Cherréz camina entre hortalizas que cultiva en Cantamayec. Al fondo, algunas socias de su grupo
Alicia Che Cherréz camina entre hortalizas que cultiva en Cantamayec. Al fondo, algunas socias de su grupo Ver fotos(8)
  Mayahablante, con escasas palabras del castellano en su vocabulario, Faustina Chuc Collí considera injusto el retiro en Yucatán del Proyecto Estratégico para la Seguridad Alimentaria (PESA) de la FAO.

  "Antes teníamos que comer sólo tortillas con sal y manteca. Ahora tenemos gallinas, matitas de chile y otras cosas", explica a reporteros de Central 9, la Unidad de Investigación Periodística de Grupo Megamedia, en la entrada de su modesta casa en Cisteíl, comisaría de Yaxcabá.

  La señora Chuc Collí forma parte de un grupo que ha trabajado bajo la tutela del Centro de Estudios yDesarrollo Social, una de las tres agencias que hasta 2010 operó en Yucatán con recursos del PESA.

  La incertidumbre se respira también en Cantamayec, donde, no obstante, dos grupos de mujeresmuestran con orgullo el fruto de su esfuerzo: hortalizas en producción, árboles cargados de frutas, cerdos en fase de engorda, y gallinas y pavos en espera de su sacrificio para las cenas de los festejos decembrinos.

"¡No queremos que se vaya!", dice María Alicia Che Chérrez, presidenta del grupo "Divino Niño", en alusión a la cancelación del programa por un incumplimiento del gobierno del Estado.

María Alicia predica a sus socias con el ejemplo: en amplio terreno de su propiedad tiene cultivos de todo tipo, sobre laja, así como un gallinero y un encierro de cerdos.

La producción es para autoconsumo, pero la mujer alcanza excedentes que le generan ingresos extra y, por consiguiente, mejor situación económica familiar.

En Cantamayec hay otro grupo, "Las bugambilias", que presume durante la visita un reporte detallado de su movimiento financiero, producto de un manejo escrupuloso del dinero de las socias.

Según explica personal de la agencia de desarrollo rural, estos grupos no necesitan grandes cantidades para operar. Con $90,000, en promedio, pueden alcanzar grandes beneficios sólo con organizarse bien y cumplir las metas propuestas.

En Tahdziú hay grupos que, además de la cría de aves y el cultivo de hortalizas, se dedican al bordado de hipiles.


Peligra plan de apoyo al agro
Desvío de recursos para municipios con gran pobreza 
Publicada:  19 diciembre 2011
Gobierno

  Proyectos  productivos de éxito apoyados por la FAO en beneficio de las comunidades más pobres de Yucatán se ven abruptamente amenazados por la falta de recursos, debido a que el gobierno del Estado desvío los fondos recibidos para el programa.

  El Proyecto  Estratégico para la Seguridad Alimentaria de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación fue abruptamente cortado este año porque el gobierno del Estado no aportó la parte que le correspondía a pesar de que recibió los recursos del gobierno federal.



Lucro con el hambre
Deploran el desvío de dinero público a "fines inconfesables" 
Publicada:  19 diciembre 2011
En muchas comunidades del interior del Estado es común la convivencia de animales domésticos y niños. La foto es de Cisteíl, Yaxcabá, localidad incluida en un programa de la FAOPedro Cabrera Quijano y una productora de Cantamayec revisan las hortalizas de la segunda
En muchas comunidades del interior del Estado es común la convivencia de animales domésticos y niños. La foto es de Cisteíl, Yaxcabá, localidad incluida en un programa de la FAOPedro Cabrera Quijano y una productora de Cantamayec revisan las hortalizas de la segunda
Política y gobierno

Al arrancar "La otra campaña", tal como anunció hace unas semanas, Pedro Cabrera Quijano, presidente de la Fundación Produce Yucatán, dice que hay elementos suficientes para asegurar que el Proyecto Estratégico para la Seguridad Alimentaria (PESA) de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) fue abruptamente cortado este año porque el gobierno del Estado desvió el dinero a otros fines.

"Es claro que la Secretaría de Fomento Agropecuario y Pesquero prefirió lucrar con el hambre de cientos de familias de comunidades marginadas", declara el dirigente en el marco de un recorrido en el interior del Estado para constatar las bondades que arrojó el programa y ahora están en peligro de desaparecer. "El dinero que se debía canalizar a ese programa fue desviado a fines inconfesables".

Este año se esperaba ejercer $11 millones mediante ese programa. El gobierno federal envió el 75% que le correspondía y el Ejecutivo estatal no sólo no entregó su aportación sino que utilizó el dinero de la Federación en rubros que se desconocen.

Hay dos mecanismos que permiten al PESA recibir dinero para operar. Uno es por medio de recursos compartidos: la Federación y el Estado, por conducto de la Sagarpa y Fomento Agropecuario, respectivamente, firman un convenio para atender a las poblaciones en pobreza extrema.

La otra vía es por medio de recursos etiquetados desde la Cámara de Diputados, dentro del Presupuesto de Egresos de la Federación.

En Yucatán el PESA operó mediante la firma de convenios hasta 2010. Este año no hubo acuerdo y el Ejecutivo estatal decidió no aportar, lo cual llevó al retiro del programa.

La falta de recursos afectó a las tres agencias de desarrollo rural que operan con el PESA en el Estado. En conjunto atienden a 90 comunidades de alta marginación, en 16 municipios, y ahora están en proceso de desmantelamiento.

El PESA está dirigido a zonas marginadas o en situación de hambre, es decir, donde habitan familias que no alcanzan con lo que ganan (o producen) a contar con una canasta básica, no consumen los alimentos necesarios para un desarrollo adecuado y pasan hambre.

"El incumplimiento del gobierno del Estado es grave, porque castiga a los más pobres", indica Cabrera Quijano. "¿Cómo se puede pensar en un Museo Maya suntuoso si se olvida a los mayas vivientes?"- Angel Noh Estrada

En contexto:
Recientes indicadores muestran una baja en la calidad de vida de las comunidades del interior del Estado:

de los 106 municipios están en rango de alta y muy alta marginación.

es el porcentaje de población analfabeta de 15 años o más en la zona Centro-Sur.

o más de la gente de esos municipios no concluye la educación primaria
.
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