La Cuernavaca de Yucatán

14 septiembre 2013
Noticias de Yucatán ()

Zona de enorme crecimiento yde gran plusvalía


Lo que hasta hace unos años era una pintoresca comisaría conocida mayormente por estar a mitad del camino entre Mérida y Conkal, está convertida hoy en la zona de mayor crecimiento urbano y plusvalía de la ciudad.
Aunque el poblado de Cholul conserva los rasgos principales de su modesta fisonomía, dentro de sus límites se levantan muchos de los lujosos desarrollos residenciales que han eclosionado en los últimos años en el norte de Mérida y que han borrado esa simbólica frontera de vegetación que separaba a la comisaría de la ciudad.
Cholul era una tierra poco acostumbrada a la presencia ajena cuando hace 25 años -más o menos- a gente de Mérida le dio por tener en las afueras del poblado casas quintas enormes y lujosas. Por ese aire campestre y la vegetación exuberante, alguien con mucho ingenio e imaginación llamó a la comisaría “la Cuernavaca de Yucatán”.
Urbanización explosiva
Esa primera colonización abrió las puertas a los cambios que vendrían más tarde. El azar, por así decirlo, quiso que las tierras de la comisaría meridana estuvieran en plena línea del frente en la batalla que desató entre desarrolladores urbanísticos la creación de Altabrisa. Actualmente, en Cholul hay más de 20 fraccionamientos residenciales, privadas y unidades habitacionales. También varias universidades: Modelo, CELA, Latino, el campus de Ciencias Antropológicas de la Uady y la UVG.
“Este desarrollo explosivo nos ha traído cero beneficios”, dice el comisario municipal, Abelardo Canché Cocom, un hombre amable y menudito que está por tercera vez en el puesto. “La gente de los fraccionamientos no se acerca al poblado, no compra aquí, no aporta ningún beneficio. Su forma de vida es diferente, es gente de ciudad”.
Cholul, antiguamente Chulul, debe su nombre al árbol maderable Apoplanesia paniculada, que los mayas usaban para fabricar arcos, flechas y las partes de los edificios que requerían solidez.
Por los vestigios arqueológicos de asentamientos prehispánicos se ha podido determinar que el sitio estuvo ocupado desde el período Preclásico Tardío (300 a.C. a 300 d.C.). Según los investigadores, Cholul, por su cercanía, debió ser un asentamiento periférico o satélite de T’ho (hoy centro histórico de Mérida), con la que debió compartir su desarrollo cultural. En el siglo XVI, a la llegada de los conquistadores españoles, era cabecera de la antigua provincia o “Cuchcabal” de Chakán. Dentro de los límites de la comisaría también hay edificaciones de los siglos XIX y XX, como las ex haciendas Cancabchén Casares (en ruinas) y San Pedro Cholul (en un fraccionamiento).
El eje central del poblado es la iglesia de San Pedro Apóstol, construida en el siglo XVI con los escombros de un templo maya al borde de un cenote. En su interior, el templo guarda murales únicos en su tipo en Yucatán y México, pues la iconografía representada, su calidad artística y su importancia histórica los hacen sobresalientes. La pintura se encuentra en los arcos de la iglesia y en un muro del presbiterio, donde se representa la coronación de la Virgen María en su Asunción por la Santísima Trinidad . También hay un retablo colateral de estilo estípite que data del siglo XVIII y seis esculturas en la nave principal de gran calidad artística.
Cholul tiene alrededor de 9,000 habitantes. “Más de 30,000 si se incluyen los desarrollos habitacionales”, comenta el licenciado Eduardo Huerta Sulub, auxiliar del comisario municipal.
Problemas
Ubicada en el norte del municipio, a 15 kilómetros del centro de Mérida, Cholul cuenta con un jardín de niños, dos primarias, una secundaria y un Colegio de Bachilleres. Casi 50 negocios de medianos a grandes tienen su sede en la comisaría.
El 80% de los hombres (en su mayoría albañiles) y 50% de las mujeres trabajan en Mérida, según Huerta Sulub.
Alcoholismo y drogadicción son los males más importantes, revela el comisario, quien pide ayuda a las autoridades del municipio para prevenir y combatir estos flagelos. En cuestión de salud, llama la atención que en el programa de seguimiento del embarazo -a cargo de la Universidad del Mayab-, más del 60% de las futuras madres tenga de 14 a 17 años de edad, señala el estudiante David Alejandro Ramos Guillermo.
A pesar de las dificultades y carencias, Cholul lucha por mantener los valores que han hecho de la comisaría un buen sitio para vivir. “Aquí aún gozamos de tranquilidad”, dice Paty Puc, la joven secretaria de la iglesia.
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