Noticias de Yucatán
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No forma parte de los proyectos municipales para los mercados
Todo apunta a que La Pepita seguirá siendo un “elefante blanco”, pues no entra en los planes de remozamiento para esa zona y, de acuerdo con el Ayuntamiento, para habilitarlo se requieren ajustes y una fuerte suma de dinero que por ahora no forman parte de las obras programadas.
“Allí se requiere una inversión adicional, se cambió el proyecto original”, recuerda el alcalde Renán Barrera Concha. “La administración anterior hizo algo muy diferente de lo que se había planeado”.
A principios de este año, cuando se hablaba de la remodelación del Lucas de Gálvez, un regidor y dirigentes de locatarios propusieron que se usara esa construcción para reubicar temporalmente a los comerciantes.
Fallas en las obras heredadas impiden utilizar el edificio
El proyecto original para La Pepita consideraba un edificio de dos niveles con espacio incluso para oficinas públicas y con cupo para un número mayor que el de los comerciantes que fueron retirados de ahí.
Finalmente sólo se hizo un mercado de una planta, con techo de lámina y 83 reducidos locales. Las autoridades señalan, entre otras fallas más, que hay mala ventilación natural e instalaciones defectuosas.
Sin embargo, la Comuna descartó la propuesta por las fallas en las obras. Argumentó que el inmueble no tiene luz ni agua potable y tampoco reúne las condiciones para que comerciantes y compradores puedan estar ahí.
En una entrevista, el alcalde Barrera Concha recalca que no se ha abierto ni usado el edificio porque no garantiza la seguridad de las personas que lo ocupen y los comerciantes operarían en medio del hacinamiento.
