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Acusan a ex alcaldesa de graves desvíos, pero nada pasa
La alcaldesa de Yaxcabá en el periodo 2010-2012, Lorena Ávila Euán, del PRI, es un ejemplo típico de la impunidad de que gozan los funcionarios públicos, acusados de desvío de recursos.
Aunque la Auditoría Superior del Estado de Yucatán (ASEY), no aprobó sus cuentas públicas de 2011 y 2012 y la acusó de desvíos por casi 44 millones, la ahora ex alcaldesa terminó su periodo sin problemas y regresó tranquilamente a su plaza de maestra en la SEP, mientras su esposo, Sansón Palma Santos, el verdadero “hombre fuerte” de Yaxcabá desde hace 20 años, se prepara para asumir la alcaldía de ese pueblo por cuarta ocasión, luego de su triunfo en los comicios del 7 de junio.
La ASEY acusa a Ávila Euán de cometer gravísimas irregularidades en 2011, ya que la revisión de sus cuentas recibió dictamen de “abstención”, es decir, “que supone daño patrimonial, que da lugar a denuncia penal”. En cuanto a la revisión de las cuentas de 2012, según documentos oficiales de la ASEY, en poder de Central 9, la Unidad de Investigación Periodística de Grupo Megamedia, ésta concluye que Ávila Euán, que gobernó uno de los municipios más pobres de Yucatán, propició desvíos tan escandalosos como pagar más de dos millones de pesos por banquetas que nunca se hicieron, justificar gastos con vales de gasolina, pagar $141,000 por la “compra” una ambulancia que, al parecer, había sido donada, y quedarse con casi $60,000 destinados a la amortización de un crédito.
En total, la ASEY acusa a la ex alcaldesa de desviar $6,682,254 en su beneficio en 2012 y no responder por eso.
De acuerdo con el documento “Pliego de observaciones derivados de la fiscalización y revisión de la Cuenta Pública del H. Ayuntamiento de Yaxcabá del ejercicio fiscal de 2012”, con número de pliego 32/2014, en poder de Central 9, esa revisión generó un conjunto de observaciones y recomendaciones a la gestión de Ávila Euán, que ésta nunca aclaró.
La ASEY emitió entonces un “Pliego de observaciones de carácter resarcitorio” por esos 6.8 millones, el 12 de septiembre de 2014, que entregó ese año al Ayuntamiento de Yaxcabá, en poder del PAN, pero señalando como presuntos responsables de las anomalías, a la ex alcaldesa y a otros tres funcionarios, y les dio un plazo de 30 días para solventar la observaciones, pero, otra vez, nadie respondió.
Nada pasa
De acuerdo con la Ley de Fiscalización de la Cuenta Pública del Estado de Yucatán, si esto ocurre, la ASEY tiene facultadas para interponer una denuncia penal contra los funcionarios presuntamente responsables, pero, al parecer, esto no ha ocurrido y nadie ha castigado a Ávila Euán.
Esta llegó al poder en Yaxcabá por la influencia de su marido, Sansón Palma, quien había sido alcalde en los periodos 1995-1998, 2001-2004 y 2007-2010. Al terminar este último periodo, Sansón impulsó a su esposa, que hizo tan mal papel que en las siguientes elecciones, en 2012, el candidato del PRI perdió ante la panista Melba Rosana Gamboa Ávila, aunque ahora, en los comicios del domingo 7, Palma Santos volvió a ganar la alcaldía. El ha gobernado Yaxcabá desde hace 20 años, por lo menos, y en ese lapso solo en dos ocasiones no ha tenido ingerencia en la administración municipal: en el periodo 2004 – 2007, cuando Artemio Abner Zapata Díaz fue el alcalde; y en el trienio de Gamboa Ávila, que está a punto de terminar.
Entre 1998 y 2001, cuando Sansón terminó su primer periodo, impuso a su prima Virgina Santos Díaz, como su sucesora y al terminar ésta, él regreso a la alcaldía y continúo con su estrategia de desviar los recursos públicos a su favor.
La Contaduría Mayor de Hacienda, antecesora de la ASEY, rechazó las cuentas públicas de Palma Santos de 2002 y 2003, (según se asienta en los decretos 602 y 636, emitidos por el Congreso), aunque eso no impidió su regreso a la alcaldía dos veces más y la imposición de sus esposa en las elecciones de 2010, quien, empero, ganó por una diferencia de 18 votos.
Desde el primer momento de su gestión, Ávila Euán mostró su estilo de gobernar: a dos semanas de tomar posesión envió sopas podridas del DIF a la comisaría de Tixcacaltuyub. También contrató a puro priista, aprobó una lista de “aviadores” y excluyó de los programas de beneficio social a los panistas. En materia de transparencia y rendición de cuentas, desmanteló prácticamente la Unidad Municipal de Acceso a la Información Pública y colocó a Yaxcabá entre los ayuntamientos más atrasados en la entrega de los informes financieros trimestrales a la ASEY.
Esta dependencia revisó la Cuenta Pública consolidada de Yaxcabá de 2012 y encontró graves irregularidades, todas cometidas en el primer semestre de ese año, que correspondió a la última parte de la gestión de Ávila Euán.
Según el Pliego de observaciones, 32/2014, entre las anomalías detectadas figuran las siguientes: Pagos por $2,025,304 a la empresa Occidente Construcciones, representada por Raúl Abraham Barceló, por la construcción de guarniciones y banquetas en las comisarías de Yaxunah, Kancabdzonot y Tahdzibichén. Aquí, la alcaldesa nunca informó en qué calles se realizaron las obras, ni exhibió otros documentos comprobatorios. —HERNÁN CASARES CÁMARA
Yaxcabá Anomalías
La ASEY acusa a la ex alcaldesa de Yaxcabá de graves irregularidades.
Compra de gasolina
Una de ellas, según ese organismo, es el pago de $1,301,820 a la compañía Autoservicios de Yucatán, S.A. de C.V., por la compra de combustible, sin mostrar la bitácora que justifique el destino del gasto, ni el procedimiento de adquisición, ya que, dice la ASEY, “el monto rebasa lo límites permitidos”
Lorena Ávila es esposa de Sansón Palma, recién electo alcalde por cuarta ocasión.
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El presupuesto de Yaxcabá, coto de ss Sansón Palma
Además de las anomalías ya citadas, la ASEY encontró en la cuentas de 2012 del Ayuntamiento de Yaxcabá a cargo de la priista Lorena Ávila Euán, pagos por $709,593 al proveedor Mariano Iuit Espinosa, por la compra de material eléctrico, “sin la evidencias que justifiquen el destino del gasto”.
También descubrió que, pese a que Yaxcabá es un municipio con altos índices de marginación, la alcaldesa gastó $681,005 en la construcción de un kiosko en la comisaría de Libre Unión, con recursos del Fondo de Infraestructura Social Municipal que, por ley, deben ir a obras que combatan la pobreza, como poner agua potable o letrinas.
En el colmo de la corrupción, la ASEY señala que la ex alcaldesa recibió $223,000 en junio de 2012, del Instituto Nacional de las Mujeres, para diversos estudios, pero la funcionaria simplemente se llevó ese dinero a la bolsa, nunca lo registró en las cuentas municipales.
Con la misma desfachatez, Ávila Euán firmó el cheque 396 de la cuenta 271910, por $141,000, para pagar la “compra” de una ambulancia, sin tener la aprobación del Cabildo, además de incurrir en las siguientes anomalías: las puertas de la ambulancia tenían el logotipo de la Cámara de Diputados, por lo que se sospecha de una donación, y la tarjeta de circulación estaba a nombre de Alonso García Esperanza, que nadie conoce en el pueblo.
El 2 de agosto de 2012, poco antes de abandonar el cargo, la esposa de Sansón Palma emitió un cheque por $59,649 como “pago de amortización de financiamiento con Banobras”, pero no entregó el estado de cuenta bancario, ni la ficha de pago que justifique la amortización y el pago de la deuda”, dice la ASEY, es decir, la funcionaria se apoderó impunemente de ese dinero.
Las autoridades también detectaron un pago por $169,978, por la compra de materiales de construcción y mantenimiento y conservación de vehículos; y otro por $147,326, por la adquisición de material en la empresa Ferretera y Maquinaria del Bazar, S.A. de C.V., sin la documentación comprobatoria respectiva.
Por todas estas anomalías, la ASEY señala como probables responsables, además de la ex alcaldesa Ávila Euán, a Celia Delfina Díaz Peña, síndico; Martín Gabriel Catzín Hernández, tesorero y a Wílberth Aké Pech, secretario de la Comuna.
Estas irregularidades, sin embargo, son menores comparadas con las detectadas por la ASEY en la Cuenta Pública 2011 de Yaxcabá estimadas, según fuentes extraoficiales de ese organismo, en $37 millones, aproximadamente.
Las anomalías ese año fueron tan graves que el dictamen de la ASEY de esas cuentas fue de “abstención”. Este dictamen se emite, explica la propia dependencia, cuando “la entidad fiscalizada no proporciona la información suficiente para realizar la auditoría programada o bien la información proporcionada no permite emitir una opinión respecto del objetivo de la revisión”.
Este tipo de figura, añade, “conlleva la posibilidad de un daño patrimonial que da lugar a una denuncia penal”. No obstante esto, hasta ahora ninguna autoridad ha procedido contra la ex alcaldesa Ávila Euán, quien, sin problema, regresó a su plaza de maestra de la SEP, en la escuela “Ricardo Flores Magón”, con un sueldo de $18,362 mensuales.—H.C.C.
Danza de millones
La ASEY detectó graves anomalías en la gestión de Lorena Ávila Euán, como alcaldesa de Yaxcabá.
$6,682,254
Cantidad presuntamente desviada por la ex funcionaria, solo en 2012, según la ASEY.
$2,025,304
Pagos a Occidente Construcciones por banquetas y guarniciones que nunca se hicieron.
$1,301,820
Compra de combustible ilegal, a la compañía Autoservicios de Yucatán, S.A. de C.V.
$681,005
Dinero destinado a combatir la pobreza, que la ex alcaldesa gastó en construir un kiosco
$223,000
Apoyo oficial para un estudio que sencillamente terminó en la bolsa de la ex funcionaria.
$141,000
Monto del cheque que expidió Lorena Ávila para “comprar” una ambulancia donada.
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