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Gildardo López, exlíder de Guerreros Unidos, presuntamente ordenó matar a los normalistas luego de confundirlos con miembros de Los Rojos
CIUDAD DE MÉXICO (CNNMéxico) — Gildardo López Astudillo, alias el Gil o el cabo Gil, jefe de la agrupación delictiva Guerreros Unidos que presuntamente ordenó la matanza de los normalistas de Ayotzinapa el 26 de septiembre de 2014, al confundirlos con integrantes de la banda rival del crimen organizado Los Rojos, fue detenido este miércoles por elementos de la Policía Federal.
El titular de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), Renato Sales Heredia, confirmó la tarde de este jueves la detención de Gildardo López, luego de una investigación de 11 meses entre la Secretaria de Defensa Nacional (Sedena), la Secretaria de Marina (Semar), la Procuraduría General de la República (PGR) y la Policía Federal (PF).
En conferencia de prensa Sales Heredia detalló que la detención del El Gil se realizó en un departamento ubicado en Taxco, Guerrero, mientras se encontraba en flagrancia delictiva por portación de armas y además de poseer una identificación falsa.
El detenido ya contaba con una orden de aprehensión en su contra por el asesinato de los 43 normalistas de Ayotzinapa, además de otros delitos como delincuencia organizada y secuestro.
Sales Heredia recordó que por el caso de la desaparición de los 43 normalistas ya se encuentran detenidos 111 presuntos responsables por los hechos el pasado 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero y reiteró la disposición de las autoridades de esclarecer los hechos.
El titular de la CNS comentó que el detenido ya fue puesto a disposición de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) de la PGR.
El Gil es considerado pieza clave en la investigación sobre la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa.
Según las investigaciones de la PGR, el Gil fue quien informó a Sidronio Casarrubias, entonces jefe máximo de Guerreros Unidos, que había existido un conflicto armado en Iguala con la policía municipal, a cargo de Felipe Flores (todavía prófugo). El enfrentamiento fue atribuido en su momento a Los Rojos.
De acuerdo con la versión de la PGR, los jóvenes fueron confundidos con un grupo de sicarios de la banda delictiva rival y llevados al basurero de Cocula, donde fueron asesinados y calcinados dentro de una pira de madera con acelerantes y plásticos.
Sin embargo, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) ha puesto en duda la versión de la dependencia mexicana sobre lo acontecido, pues asegura que resulta imposible calcinar un cuerpo humano en esas condiciones.
La detención de López Astudillo ocurrió el mismo día que la procuradora Arely Gómez dio a conocer que la Universidad de Innsbruck, en Austria, identificó los restos calcinados de un segundo normalista, Jhosivani Guerrero de la Cruz, y a pocos días de que se cumpla un año de los hechos.