De conformidad con el calendario oficial de la Secretaría de Educación de Yucatán los niños y jóvenes que regresarán este jueves a las aulas, en un año considerado bisiesto, ya que febrero tiene 29 días.
Esta particularidad del ciclo lectivo 2015-2016 le añade un día de clases al Calendario Escolar porque el 29 de febrero cae en lunes.
Cada cuatro años, febrero tiene 29 días en lugar de 28, pero ¿por qué existen los años bisiestos? Según el sitio web saberia.com, esta particularidad del calendario se hizo necesaria porque la duración del año astronómico -o el tiempo que emplea la Tierra en dar una vuelta completa al Sol- no es de 365 días exactos, sino de 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos.
Para solucionar este desfase, en el año 46 antes de Cristo, Julio César aprobó el calendario juliano, considerando años bisiestos aquellos divisibles entre cuatro. Más tarde, durante el papado de Gregorio XIII, el calendario juliano fue sustituido por el calendario gregoriano, que incluye años bisiestos cada cuatro años, según un ciclo de 400 años.
Exactamente, la regla del calendario gregoriano, vigente en la actualidad, estipula que un año es bisiesto si es divisible entre cuatro, exceptuando los últimos años de cada siglo -divisibles entre 100-, siempre y cuando no sean divisibles entre 400.
De este modo, la diferencia entre el año astronómico o solar y el calendario gregoriano, se reduce a 0,0003 días por año. Es probable, de todas formas, que el calendario tenga que reformarse de nuevo con el paso de los siglos, debido a que la velocidad de rotación de la Tierra variará con el paso del tiempo.
Esta particularidad del ciclo lectivo 2015-2016 le añade un día de clases al Calendario Escolar porque el 29 de febrero cae en lunes.
Cada cuatro años, febrero tiene 29 días en lugar de 28, pero ¿por qué existen los años bisiestos? Según el sitio web saberia.com, esta particularidad del calendario se hizo necesaria porque la duración del año astronómico -o el tiempo que emplea la Tierra en dar una vuelta completa al Sol- no es de 365 días exactos, sino de 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos.
Para solucionar este desfase, en el año 46 antes de Cristo, Julio César aprobó el calendario juliano, considerando años bisiestos aquellos divisibles entre cuatro. Más tarde, durante el papado de Gregorio XIII, el calendario juliano fue sustituido por el calendario gregoriano, que incluye años bisiestos cada cuatro años, según un ciclo de 400 años.
Exactamente, la regla del calendario gregoriano, vigente en la actualidad, estipula que un año es bisiesto si es divisible entre cuatro, exceptuando los últimos años de cada siglo -divisibles entre 100-, siempre y cuando no sean divisibles entre 400.
De este modo, la diferencia entre el año astronómico o solar y el calendario gregoriano, se reduce a 0,0003 días por año. Es probable, de todas formas, que el calendario tenga que reformarse de nuevo con el paso de los siglos, debido a que la velocidad de rotación de la Tierra variará con el paso del tiempo.