WASHINGTON (EFE).— El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, intensificó ayer los esfuerzos contra el zika con la solicitud de fondos al Congreso para combatir al virus, aunque a la vez pidió que no cunda el pánico, mientras las autoridades sanitarias no ven probable un brote masivo en el país.
La Casa Blanca adelantó que Obama pedirá al Congreso 1,800 millones de dólares en fondos de emergencia para combatir a nivel nacional e internacional al virus, y después el portavoz del presidente, Josh Earnest, dijo en su rueda de prensa diaria que espera que los legisladores reconozcan la urgencia del asunto y actúen con rapidez.
“El gobierno está tomando todas las medidas apropiadas para proteger al pueblo estadounidense”, afirmó la Casa Blanca al detallar que la solicitud formal de los fondos de emergencia será enviada al Congreso en breve.
Hasta ahora se han registrado 50 casos de zika importados en Estados Unidos y uno a través de contagio sexual local, en Texas, de acuerdo con las últimas cifras de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés).
La mayoría de los fondos solicitados por Obama, casi 1,500 millones, son para el Departamento de Salud y los CDC, mientras que el resto irán destinados a la agencia de cooperación internacional (Usaid) y al Departamento de Estado para dar apoyo a los países más afectados por el virus.
En una entrevista con la cadena CBS emitida ayer, Obama detalló que la mayor parte de los recursos solicitados se destinarán a la investigación sobre vacunas y mejores diagnósticos del virus, así como a mejorar los sistemas de salud pública.
“La buena noticia es que esto no es como el ébola, la gente no muere por el zika. Muchas personas lo tienen (el virus) y ni siquiera saben que lo tienen”, apuntó Obama en esa entrevista, grabada el domingo con motivo del Super Bowl, la final de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL).
“No obstante, lo que ahora sabemos es que parece haber ciertos riesgos significativos para las mujeres embarazadas o que están pensando en quedar embarazadas”, matizó Obama.
“Pero no debería haber pánico ante el zika”, según el mandatario, que agregó, sin embargo, que hay que tomar en serio los riesgos asociados al virus.
Por su parte, la doctora Anne Schuchat, directora adjunta de los CDC, compareció ante los periodistas en la rueda de prensa diaria de la Casa Blanca, donde enfatizó que el gobierno esta tomando “muy seriamente” la respuesta al zika y trabajando sin descanso para entender el comportamiento del virus.
Anne Schuchat admitió que la situación actual es realmente alarmante para las mujeres embarazadas, a quienes los CDC recomiendan evitar los viajes no imprescindibles a las zonas más afectadas por el zika.
Las nuevas directrices emitidas por los CDC la semana pasada recomiendan, además, el uso de preservativos o abstenerse de tener sexo a las parejas de embarazadas que hayan viajado a una zona donde se ha registrado actividad del virus, para evitar un posible contagio durante la gestación del bebé.
Asimismo, los CDC aconsejan a las embarazadas que hayan viajado a alguna de las zonas afectadas por el zika que se sometan a pruebas de detección del virus durante el periodo de dos a 12 semanas posteriores a su regreso al país, incluso cuando no muestren síntomas.
30 países y territorios forman parte de la lista de alerta de viajes de los CDC, que incluye a casi toda Latinoamérica.
De acuerdo con Anne Schuchat, el centro de los esfuerzos actuales, sobre todo de cara a la llegada de los meses cálidos, debe ser el control del Aedes aegypti, el mosquito que transmite los virus del Zika, el dengue y la chikungunya, y que está presente en estados del sur como Florida y los del Golfo de México.
Mientras, el doctor Anthony Fauci, director de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), comentó en la misma rueda de prensa que actualmente las autoridades sanitarias no consideran probable un brote masivo del virus en territorio estadounidense.
Fauci indicó que Estados Unidos está claramente mejor preparado para un eventual brote del Zika de lo que estuvo ante la epidemia de ébola.
Con respecto al desarrollo de una vacuna contra el virus, Fauci anticipó que las primeras pruebas en humanos podrían comenzar el próximo verano.
Además, afirmó que, aunque el consenso general entre los expertos es que llevará de 3 a 5 años tener una vacuna viable, si la situación empeora ese plazo se puede acortar.
En general, los dos expertos en salud insistieron en que deben ser decisiones personales tanto la de postergar un embarazo, en el caso de las mujeres que se lo estén planteando, como la de los atletas que puedan estar pensando en no acudir a las Olimpiadas de agosto próximo en Brasil, uno de los países más afectados por el Zika.
OMS Investigación
La Organización Mundial de la Salud manifestó ayer que realizan una selección de estudios para tratar el zika.
Buscan tratamiento
La selección de investigaciones que efectúe será revisada por un comité de asesores de la organización a la brevedad posible, dijo la organización.
Llamado a farmacéuticas
La OMS también recordó que el pasado 5 de febrero se hizo un llamamiento a las compañías interesadas para que presentaran sus potenciales productos farmacéuticos con el fin de que sean evaluados y aprobados.
La Casa Blanca adelantó que Obama pedirá al Congreso 1,800 millones de dólares en fondos de emergencia para combatir a nivel nacional e internacional al virus, y después el portavoz del presidente, Josh Earnest, dijo en su rueda de prensa diaria que espera que los legisladores reconozcan la urgencia del asunto y actúen con rapidez.
“El gobierno está tomando todas las medidas apropiadas para proteger al pueblo estadounidense”, afirmó la Casa Blanca al detallar que la solicitud formal de los fondos de emergencia será enviada al Congreso en breve.
Hasta ahora se han registrado 50 casos de zika importados en Estados Unidos y uno a través de contagio sexual local, en Texas, de acuerdo con las últimas cifras de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés).
La mayoría de los fondos solicitados por Obama, casi 1,500 millones, son para el Departamento de Salud y los CDC, mientras que el resto irán destinados a la agencia de cooperación internacional (Usaid) y al Departamento de Estado para dar apoyo a los países más afectados por el virus.
En una entrevista con la cadena CBS emitida ayer, Obama detalló que la mayor parte de los recursos solicitados se destinarán a la investigación sobre vacunas y mejores diagnósticos del virus, así como a mejorar los sistemas de salud pública.
“La buena noticia es que esto no es como el ébola, la gente no muere por el zika. Muchas personas lo tienen (el virus) y ni siquiera saben que lo tienen”, apuntó Obama en esa entrevista, grabada el domingo con motivo del Super Bowl, la final de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL).
“No obstante, lo que ahora sabemos es que parece haber ciertos riesgos significativos para las mujeres embarazadas o que están pensando en quedar embarazadas”, matizó Obama.
“Pero no debería haber pánico ante el zika”, según el mandatario, que agregó, sin embargo, que hay que tomar en serio los riesgos asociados al virus.
Por su parte, la doctora Anne Schuchat, directora adjunta de los CDC, compareció ante los periodistas en la rueda de prensa diaria de la Casa Blanca, donde enfatizó que el gobierno esta tomando “muy seriamente” la respuesta al zika y trabajando sin descanso para entender el comportamiento del virus.
Anne Schuchat admitió que la situación actual es realmente alarmante para las mujeres embarazadas, a quienes los CDC recomiendan evitar los viajes no imprescindibles a las zonas más afectadas por el zika.
Las nuevas directrices emitidas por los CDC la semana pasada recomiendan, además, el uso de preservativos o abstenerse de tener sexo a las parejas de embarazadas que hayan viajado a una zona donde se ha registrado actividad del virus, para evitar un posible contagio durante la gestación del bebé.
Asimismo, los CDC aconsejan a las embarazadas que hayan viajado a alguna de las zonas afectadas por el zika que se sometan a pruebas de detección del virus durante el periodo de dos a 12 semanas posteriores a su regreso al país, incluso cuando no muestren síntomas.
30 países y territorios forman parte de la lista de alerta de viajes de los CDC, que incluye a casi toda Latinoamérica.
De acuerdo con Anne Schuchat, el centro de los esfuerzos actuales, sobre todo de cara a la llegada de los meses cálidos, debe ser el control del Aedes aegypti, el mosquito que transmite los virus del Zika, el dengue y la chikungunya, y que está presente en estados del sur como Florida y los del Golfo de México.
Mientras, el doctor Anthony Fauci, director de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), comentó en la misma rueda de prensa que actualmente las autoridades sanitarias no consideran probable un brote masivo del virus en territorio estadounidense.
Fauci indicó que Estados Unidos está claramente mejor preparado para un eventual brote del Zika de lo que estuvo ante la epidemia de ébola.
Con respecto al desarrollo de una vacuna contra el virus, Fauci anticipó que las primeras pruebas en humanos podrían comenzar el próximo verano.
Además, afirmó que, aunque el consenso general entre los expertos es que llevará de 3 a 5 años tener una vacuna viable, si la situación empeora ese plazo se puede acortar.
En general, los dos expertos en salud insistieron en que deben ser decisiones personales tanto la de postergar un embarazo, en el caso de las mujeres que se lo estén planteando, como la de los atletas que puedan estar pensando en no acudir a las Olimpiadas de agosto próximo en Brasil, uno de los países más afectados por el Zika.
OMS Investigación
La Organización Mundial de la Salud manifestó ayer que realizan una selección de estudios para tratar el zika.
Buscan tratamiento
La selección de investigaciones que efectúe será revisada por un comité de asesores de la organización a la brevedad posible, dijo la organización.
Llamado a farmacéuticas
La OMS también recordó que el pasado 5 de febrero se hizo un llamamiento a las compañías interesadas para que presentaran sus potenciales productos farmacéuticos con el fin de que sean evaluados y aprobados.