MÉRIDA, Yuc.- El presidente del Sistema Producto Mero, Manuel Sánchez González, recomendó a la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) mantener los dos meses de veda de esa especie porque cada año disminuye su volumen en aguas yucatecas.
En entrevista para Notimex, recordó que la entidad implementó hace un poco más de 10 años una veda del 15 de febrero al 15 de marzo para proteger al mero, cuya biomasa ya mostraba señalas de reducción.
Sin embargo, continuó, luego de 10 años de implementar una veda de un mes, los resultados aún son negativos para la pesquería de esa especie porque desde hace mucho tiempo que los pescadores no logran su meta de captación anual.
Dijo que entiende la posición de muchos pescadores yucatecos que demandan que la veda se divida en dos etapas, una de 40 días y otra de 20, pero subrayó que nos es lo conveniente y se debe respetar los dos meses establecidos.
“La postura de los pescadores es comprensible, pero la realidad es que los niveles de captura bajan año con año, lo que es un indicador de que no se le está dando tiempo suficiente a la especie para poder reproducirse”, anotó.
Además, afirmó que “los precios son excelentes para los pescadores”, porque se ha llegado a pagar hasta 160 pesos por un kilogramo de la especie en playa, pero eso sólo demuestra que hay una escasez severa del producto, pues otras especies de escama se venden en precios mucho más bajos.
“La especie empieza a dar signos alarmantes de una sobreexplotación, por lo que urge un estudio de investigación a profundidad para saber en dónde hay suficiente mero, donde es escaso y donde ya no hay el recurso para poder planear mejor la pesquería”, abundó.
También planteó la necesidad de regular cuántos pescadores se dedicarán solamente a la captura de ese recurso, para evitar que lo agoten por completo.
“El año pasado la meta era de ocho mil toneladas y se alcanzaron casi siete mil, a lo mejor se hubiera logrado el objetivo pero hubo nortes que paralizaron la actividad y se adelantó la protección del recurso. Sin embargo, en otros años la producción también ha quedado debajo de la meta”, apuntó.
Hasta el momento, la instancia federal no determina si aceptan la propuesta de las cooperativas pesqueras yucatecas de dividir la veda, y por lo pronto, el mero no puede ser capturado del primero de febrero al 31 de marzo próximo.
En entrevista para Notimex, recordó que la entidad implementó hace un poco más de 10 años una veda del 15 de febrero al 15 de marzo para proteger al mero, cuya biomasa ya mostraba señalas de reducción.
Sin embargo, continuó, luego de 10 años de implementar una veda de un mes, los resultados aún son negativos para la pesquería de esa especie porque desde hace mucho tiempo que los pescadores no logran su meta de captación anual.
Dijo que entiende la posición de muchos pescadores yucatecos que demandan que la veda se divida en dos etapas, una de 40 días y otra de 20, pero subrayó que nos es lo conveniente y se debe respetar los dos meses establecidos.
“La postura de los pescadores es comprensible, pero la realidad es que los niveles de captura bajan año con año, lo que es un indicador de que no se le está dando tiempo suficiente a la especie para poder reproducirse”, anotó.
Además, afirmó que “los precios son excelentes para los pescadores”, porque se ha llegado a pagar hasta 160 pesos por un kilogramo de la especie en playa, pero eso sólo demuestra que hay una escasez severa del producto, pues otras especies de escama se venden en precios mucho más bajos.
Bajo la meta
El empresario propuso a la instancia federal una verdadera organización en la pesca, porque en los últimos ocho años, ha crecido el número de embarcaciones ribereñas pasando de cuatro mil a cinco mil 500.“La especie empieza a dar signos alarmantes de una sobreexplotación, por lo que urge un estudio de investigación a profundidad para saber en dónde hay suficiente mero, donde es escaso y donde ya no hay el recurso para poder planear mejor la pesquería”, abundó.
También planteó la necesidad de regular cuántos pescadores se dedicarán solamente a la captura de ese recurso, para evitar que lo agoten por completo.
“El año pasado la meta era de ocho mil toneladas y se alcanzaron casi siete mil, a lo mejor se hubiera logrado el objetivo pero hubo nortes que paralizaron la actividad y se adelantó la protección del recurso. Sin embargo, en otros años la producción también ha quedado debajo de la meta”, apuntó.
Hasta el momento, la instancia federal no determina si aceptan la propuesta de las cooperativas pesqueras yucatecas de dividir la veda, y por lo pronto, el mero no puede ser capturado del primero de febrero al 31 de marzo próximo.