El catedrático fundador de la escuela, cuyo dueño es el padre del legislador local priísta Evelio Dzib Peraza, califica de lamentable “la cerrazón de las personas con poder político y económico que en todo momento intentan aplastar al trabajador que depende de su quincena para sobrevivir”.
Explica que tras 22 años trabajando como profesor en la Escuela Preparatoria ‘José Dolores Rodríguez Tamayo’ nunca recibió sus prestaciones legales, como seguro médico para cotizar en Infonavit, y ahora que lo despiden no quieren darle su liquidación conforme a derecho.
El docente egresado de la Escuela Normal Superior de Campeche, con estudios de Literatura por el Centro Estatal de Bellas Artes, tenía 30 horas de clases en la preparatoria que funciona en la mañana, y 16 en la tarde, en las licenciaturas.
No obstante, hace dos años los nuevos coordinadores de cada nivel, que fueron contratados por Everth Dzib Rodríguez, “al parecer no tuvieron la capacidad de comunicarse con los profesores que estaban a su cargo o con quienes se tenían qué coordinar”.
Mariel Dzib Pereza, hija del dueño de CERT y directora de varios niveles dentro del plantel, “le dio al parecer toda la confianza a coordinador de la prepa, José Luis Magaña Pech que no sabe comunicarse sino solo dar indicaciones como un capataz de hacienda”.
El profesor de materias en el área de Ciencias sociales y Humanidades como Historia, Filosofía, Antropología, Lengua Maya y Sociología, refiere en entrevista con LA VERDAD YUCATÁN que fue despedido de manera injustificada, pero antes le fueron quitando horas de clases sin explicación alguna.
“Pero creo que el fondo del despido está en los años que llevo, porque no les convenía que tardara más tiempo, entonces lo planearon por medio de la eliminación de horas de clase, me fueron quitando materias.
Me quitaron horas de Sociología para dárselas a una nueva maestra que había estudiado Naturales, le pregunté a José Luis (Magaña Pech) y no me quiso contestar, obviamente lo hacía en complicidad con Mariel (Dzib Peraza)”, expone el maestro.
Igualmente -asegura- en la licenciatura me dejaron con solo 4 horas a la semana de 16 que tenía. Entonces lo platiqué con el dueño (padre del diputado local Evelio Dzib) y me dijo que ‘ya estoy grande y que los tiempos han cambiado’.
El también escritor dice que su abogado habló con el dueño de la escuela privada, que tiene campus en los municipios de Ticul y Mérida, pero como respuesta recibió un “no”, respecto al pago de su liquidación.
“No estoy seguro de cuánto alcanzaría, porque son muchas cosas que al parecer se consideran, como antigüedad, aguinaldos, vacaciones, pero hay que ver porque no nos pagan vacaciones ni aguinaldos ni me dieron seguro social”, acota.
Su última quincena fue de 6 mil pesos e iba bajando a 4 mil 500 porque le fueron quitando horas de trabajo hasta que se dio el despido, pese a que de acuerdo a sus cálculos cada mes ingresa un millón de pesos a la institución.
