Las mamás por costumbre o por falta de recursos no suelen llevar a sus hijos desayunados.
Al respecto, Guadalupe Escalante Pavía, directora del kínder “Nicolás Bravo”, comentó que el sueldo por trabajar una hora de más queda en segundo termino, cuando las condiciones sociales influyen en la enseñanza de los niños.
“Qué las madres habitúen a traer a los niños desayunados es uno de los retos para el siguiente curso. Aquí no damos desayunos, en el receso el alumno come lo que trae. Sería bueno que las autoridades educativas nos apoyen con los desayunos, pues con la jornada de cuatro horas el menor tendrá problemas para prestar atención”, destacó.
“Si a nosotros como adultos en determinado momento de la mañana nos da hambre, imagínate al niño, llegará un momento que por el calor y el cansancio más la necesidad de comer dejará de prestar atención”, comentó la docente.
En su turno, Silvia Margarita Azcorra Farfán, directora del preescolar “Estado de Yucatán”, da el privilegio de la duda a la ampliación del horario, pero expone su preocupación por la que los niños de su plantel acuden sin desayunar.
“En el caso de esta escuela (ubicada en el sur de Mérida) el bajo poder adquisitivo de los papás influye para que los niños vengan sin desayunar e incluso sin luch. Veremos que sucede, todo sobre la marcha, pero si impacta mucho que el niño venga sin desayunar”, abundó.
Entrevistado al respecto, José Crescencio Gutiérrez Sánchez, líder del SNTE Sección 33, citó a investigadores de la educación. “Un niño bien alimentado podrá adquirir mejor los conocimientos. La alimentación impacta en los procesos de aprendizaje”, expuso. Punto Medio.
