¿Cuántos payasos integran a la Unión?
En Yucatán somos aproximadamente 160 payasos, de los cuales en Mérida hay como 90 y el resto en diferentes municipios como Ticul, Izamal, Tizimín, Valladolid, pero son los que tenemos registrados, pues no existe un padrón oficial. Tenemos un sondeo porque el 10 de diciembre se celebra el Día Nacional del Payaso y ese es el momento en el que contamos a todos los que pertenecen tanto a la agrupación como a los independientes. El objetivo primordial de la Unión es la capacitación, porque todos debemos tener muy claro que ‘ser payaso es cosa seria’.
¿Es difícil divertir y hacer que la gente se ría?
Sí, porque se necesita mucha preparación antes de subir a escena. El proceso comienza desde que sales de casa porque debes preparar todos los accesorios para caracterizar tu personaje, maquillajes, vestuario, y sobre todo dejar los problemas personales en la casa.
En la calle vemos que las esquinas comienzan a ser ocupadas por personas que hacen actos de malabarismo, ¿se requiere de estudio y profesionalización para ser realmente considerados como payasos?
La diferencia entre un payaso y un payasito está en la capacitación. Esto no te hace igual al payasito de la esquina que hace malabares, el que invierte en su capacitación y aprende a hacer reír tiene que estudiar. En nuestro país existen dos grupos fuertes: El Consejo Nacional de Payasos en el cual estamos escritos, y La Risa sin Fronteras, ambos agrupan a más de 2 mil payasos.
Decía que en capacitación, estudiamos psicología, administración de empresas, publicidad y mercadotecnia, entre otros materias. Llevamos un proceso como empresa porque somos un negocio, no es nada más ser payasito, detrás de este maquillaje hay un proceso y la capacitación es muy importante porque es nuestro negocio.
En la actualidad no debe haber payasos improvisados, así que cuando vemos a una persona en un crucero, lo invitamos para que se acerquen a la agrupación, ya que si tenemos payasos mejor capacitados, la gente va a contratarnos. Si ‘Birolito’ hace un buen trabajo indirectamente está recomendando al gremio.
¿Qué es lo que estudian en el área de sicología?
Una parte de la psicología es la risoterapia, sabemos que muchas veces el público está pasando por situaciones difíciles y lo importante es que se le olviden sus problemas. Incluso algunas veces los payasos no están preparados para ello, porque después de todo somos como cualquier otra persona, por lo tanto debemos prepararnos, caracterizarnos y asumir el papel de payaso como tal.`
¿Cuál es su función social?
Para empezar nosotros no vemos clases sociales o si el espectáculo que vamos a presentar es en el sur o en el norte de la ciudad. Al mencionar a los payasos de la calle, también existe capacitación para ese segmento, ya que existe el arte popular callejero. En otros países la gente aprecia ese tipo de trabajo, aquí la sociedad los ve de manera no positiva, ya que manejan una mala imagen de ellos. En la actualidad se trabaja mucho con mensajes para prevenir la drogadicción, el alcoholismo, y otros problemas sociales.
¿Cuál es el apoyo que han recibido como gremio por parte de las autoridades oficiales?
Ninguno. Lo digo abiertamente porque las autoridades no nos ven como cultura, nos minimizan y nos ven como ‘payasitos’ en forma despectiva. Sabemos que existen invitaciones, proyectos a través de la Dirección de Cultura y no somos tomados en cuenta. En otros lugares, los payasos ofrecen un espectáculo como cualquiera, sabemos que la Dirección de Cultura hace cosas maravillosas, respetables, pero ojalá que el día de mañana vean hacia los payasos porque también hacemos cultura. Sabemos que en la entidad hay gente capacitada para trabajar en los foros de cultura.
El cine ha estigmatizado la imagen del payaso con películas en donde el personaje proyecta miedo ¿cómo revertir esa imagen?
Sí, lamentablemente el cine de Hollywood estigmatizó esta figura y nos afecta muchísimo, no solamente en el aspecto de proyectar miedo a la persona, sino que automáticamente nuestro trabajo baja.
Hay personas que tienen de 20 a 30 años y no se acercan por ese tipo de difusión. Ahí es cuando trabajamos la psicología y le pedimos a los papás que nos den oportunidad de trabajar con sus hijos porque estamos capacitados para revertir esa fobia hacia la imagen del payaso. La Verdad.
