El cadáver de un desconocido, que fue asesinado a balazos, fue entregado por error a otra familia y sepultado bajo el nombre de uno vivo, en Culiacán, Sinaloa.
El cuerpo fue localizado en el bulevar Rotarismo, mismo que fue llevado al Servicio Médico Forense, donde fue entregado bajo el nombre de Francisco Javier Ontiveros Vázquez, quien presuntamente había sido asesinado.
A los familiares de Ontiveros Vázquez se les entregó el cuerpo, sin antes realizarle pruebas de ADN y sin permitirles verlo, porque les dijeron que sufría de Hepatitis.
Una tarde la familia recibió una sorpresiva visita: Francisco Javier llegó por su propio pie a casa y tras la confusión el desconocido quedó sepultado por más de un mes en el Panteón Santo Tomás de El Dorado, pero hubo organismos que solicitaron fuera exhumado y llevado a donde pudiera ser identificado por sus familiares.
Por su parte, Francisco, quien fue declarado muerto realizó diversos trámites para seguir legalmente con vida.