En algunas zonas de Yucatán aún se utilizan los pesticidas organoclorados para actividades ganaderas y agrÃcolas, los cuales están prohibidos pues por su composición quÃmica pueden provocar algún tipo de cáncer o malformaciones genéticas en los bebés.
Ãngel Polanco RodrÃguez, doctor investigador del Centro de Investigaciones Regionales Hideyo Noguchi de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) informó que mediante un estudio que realizaron en la zona ganadera y agrÃcola del estado, detectaron que la población tiene un 72% de presencia de este compuesto en la sangre, mientras que las mujeres embarazadas o en lactancia tienen presencia del 82% en la sangre materna.
âEsto pues son resultados de alto impacto hablando de salud pública, por supuesto también tienen repercusiones en el medio ambiente, porque esos plaguicidas son altamente persistentes y se encuentran en el agua, en el suelo, en el aire, es un reflejo de que hace falta programas oficiales de monitoreo en el agua, en sangre, en leche materna, hacen falta programas de prevención a la saludâ indicó.
El investigador señaló afirmó que este tipo de pesticidas están prohibidos o controlados en naciones de primer mundo, y es que sus impactos en la salud, como ya mencionamos, son muy severos; indicó que en México se debe aplicar la legislación para la protección de la salud y conservación del ecosistema, para evitar más daños a la población.
Además, aseguró que estos quÃmicos no solo dañan a las personas por el contacto con el agua o el medio ambiente, sino que al estar presentes en la leche materna generan una afectación en los menores en desarrollo
âEste tipo de plaguicidas tiene un fuerte efecto en los niños, se presenta mucho daño cognitivo, en destrezas, procesos de aprendizaje, malformaciones congénitas al nacer, muerte fetal o infantil; cuando la madre tiene altas concentraciones de plaguicidas en su cuerpoâ añadió.
Precisó que con este estudio se demostró que en el Estado aún se utilizan este tipo de plaguicidas, sobre todo en las zonas de ganaderÃa y agricultura, donde la población es de escasos recursos y con un nivel de educación mÃnimo; donde la población no sabe que al entrar en el cuerpo, estas sustancias inhiben la acción de las hormonas alterando el funcionamiento natural del sistema.
Por tal motivo recomendó la creación de programas de vigilancia para erradicar el uso de estos pesticidas, además de tener una cobertura de saneamiento del agua más fuerte, para de esta forma evitar la contaminación del vital lÃquido con esta sustancia y seguir dañando la salud de los yucatecos.
Finalmente detalló que este estudio se llevó a cabo en los municipios de : TizimÃn, Valladolid, Espita, Chemax, Tzucacab, Teabo, Tekax, Peto, Tekom, Cuncunul, Ticul, Progreso, Tixkokob, Oxkutzcab, Umán, Izamal, KanasÃn y Maxcanú.
Ãngel Polanco RodrÃguez, doctor investigador del Centro de Investigaciones Regionales Hideyo Noguchi de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) informó que mediante un estudio que realizaron en la zona ganadera y agrÃcola del estado, detectaron que la población tiene un 72% de presencia de este compuesto en la sangre, mientras que las mujeres embarazadas o en lactancia tienen presencia del 82% en la sangre materna.
âEsto pues son resultados de alto impacto hablando de salud pública, por supuesto también tienen repercusiones en el medio ambiente, porque esos plaguicidas son altamente persistentes y se encuentran en el agua, en el suelo, en el aire, es un reflejo de que hace falta programas oficiales de monitoreo en el agua, en sangre, en leche materna, hacen falta programas de prevención a la saludâ indicó.
El investigador señaló afirmó que este tipo de pesticidas están prohibidos o controlados en naciones de primer mundo, y es que sus impactos en la salud, como ya mencionamos, son muy severos; indicó que en México se debe aplicar la legislación para la protección de la salud y conservación del ecosistema, para evitar más daños a la población.
Además, aseguró que estos quÃmicos no solo dañan a las personas por el contacto con el agua o el medio ambiente, sino que al estar presentes en la leche materna generan una afectación en los menores en desarrollo
âEste tipo de plaguicidas tiene un fuerte efecto en los niños, se presenta mucho daño cognitivo, en destrezas, procesos de aprendizaje, malformaciones congénitas al nacer, muerte fetal o infantil; cuando la madre tiene altas concentraciones de plaguicidas en su cuerpoâ añadió.
Precisó que con este estudio se demostró que en el Estado aún se utilizan este tipo de plaguicidas, sobre todo en las zonas de ganaderÃa y agricultura, donde la población es de escasos recursos y con un nivel de educación mÃnimo; donde la población no sabe que al entrar en el cuerpo, estas sustancias inhiben la acción de las hormonas alterando el funcionamiento natural del sistema.
Por tal motivo recomendó la creación de programas de vigilancia para erradicar el uso de estos pesticidas, además de tener una cobertura de saneamiento del agua más fuerte, para de esta forma evitar la contaminación del vital lÃquido con esta sustancia y seguir dañando la salud de los yucatecos.
Finalmente detalló que este estudio se llevó a cabo en los municipios de : TizimÃn, Valladolid, Espita, Chemax, Tzucacab, Teabo, Tekax, Peto, Tekom, Cuncunul, Ticul, Progreso, Tixkokob, Oxkutzcab, Umán, Izamal, KanasÃn y Maxcanú.