-Soy Uber y tengo una tienda en donde nos reunimos varios compañeros que también son choferes.
-Varios policías ya se dieron cuenta de ello, y por ello el sábado pasado, como a la 1 de la mañana, cuando nos hallábamos platicando en espera a que caiga un servicio, cuando se asomaron dos policías incluso quemando llantas.
-Uno de ellos muy joven me pidió que me identifique.
-¿Por qué? ¿Hay algún reporte en mi contra? –le pregunté.
Y él mi pidió que le mostrara los papeles de mi auto, un Versa.
-¿Pero por qué? Si mi auto está estacionado y cerrado… No veo el motivo –repuse.
El policía comentó que llegaron por un supuesto reporte de que había unos sospechosos afuera de una tienda, lo que causó extrañeza porque se trata de mi tienda y de mi casa, y porque mis vecinos más cercanos son mis parientes y no tendrían por qué reportarlo.
A mi compañero también le pidieron su credencial de elector y como le dijo que también como policía debería de identificarse, el agente respondió “Ni digas pendejadas”.
Le pedimos que no insulte porque nadie le había faltado al respeto y en vez de disculparse comentó que insultar es meterse con la santa madre.
La verdad de las cosas es que ya saben con soy Uber y por ello vienen hasta mi casa para asustarme.
Les pedí que llamen a sus comandantes y no quisieron.
Y en un momento dado uno de ellos expresó que esto es como la casa del jabonero, algo que tomé como una amenaza.
La verdad es que si ando asustado porque ahora me persiguen hasta mi casa. Ya no sé qué hacer y por ello hago pública esta denuncia.
