Noticias de Yucatán
(SinEmbargo).- La muerte de Karla Pontigo– hace
cinco años en San Luis Potosí– es un claro ejemplo de cómo el Estado mexicano
no sigue los pasos correctos para investigar los casos relacionados con el
feminicidio, condenó la organización Amnistía Internacional.
Según los investigadores, la muerte de Karla Pontigo no
fue más que un accidente desafortunado: chocó contra una puerta de
cristal, esta se rompió, de manera inexplicable le dejó golpes en todo el
cuerpo y uno de los pedazos le seccionó la arteria por la ingle.
Ocurrió en San Luis Potosí, entre la noche del 27 y la
madrugada del 28 de octubre de 2012. Karla tenía 22 años y era estudiante de
nutrición. Trabajaba en un spa y también en un bar, el Play Club donde “tuvo
accidente” cuando fue al segundo piso a buscar algo, quiso entrar a la oficina
de su jefe y no vio la puerta, según la Fiscalía General del Estado (FGE).
La joven llegó con vida al hospital. Presentaba
contusiones en la cara, el cuello y los brazos, y desgarres en los genitales;
los médicos decidieron amputarle la pierna derecha. Karla salió de la
operación, pero murió horas más tarde; “una desgracia” causada por unos trozos
de cristal, determinó la Fiscalía.
En diciembre de 2015, la Comisión Nacional de Derechos
Humanos (CNDH) emitió una recomendación a las autoridades de San Luis Potosí
sobre el caso, en la que precisó que “la descripción de las lesiones fue
incompleta, inadecuada y deficiente, sin fundamentos que la avalen”.