Noticias de Yucatán
Morderse las uñas se considera un trastorno del control de los impulsos. Es padecido principalmente por adolescentes, y de forma menos frecuente por adultos, así lo señala la especialista en dermatitis herpetiforme y enfermedad celiaca, Paloma Borregón.
Morderse las uñas se considera un trastorno del control de los impulsos. Es padecido principalmente por adolescentes, y de forma menos frecuente por adultos, así lo señala la especialista en dermatitis herpetiforme y enfermedad celiaca, Paloma Borregón.
Esta manía trae efectos negativos a la salud, entre los
que destacan dos: alteraciones irreversibles que impiden hacer su función
a la uña (proteger a los dedos) y un incremento del riesgo
de infección por llevarse las uñas a la boca.
Efectos negativos
Las heridas en los dedos, pueden multiplicar de inmediato la bacterias al
tener contacto la boca con la herida y infecciones.
Al comerse las uñas también se pueden presentar otras
alteraciones como “provocar que
la mandíbula adopte una posición poco favorable para la articulación”,
comenta el odontólogo Pedro Javier Muñoz.
Si esta práctica es muy repetitiva, puede producirse desgaste tanto en el borde de los
dientes incisivos superiores como inferiores y dañar la
articulación temporomandibular, es decir, la que une la mandíbula al cráneo, el
odontólogo alerta de que también se puede perder parte del esmalte como
consecuencia de este hábito.
Existen tratamientos para reducir estos impulsos, sin
embargo,los expertos recomiendan tener las manos entretenidas y usar esmaltes
de gel ya que endurecen las uñas y provoca que el individuo “no sea capaz” de
morderlas.
Con información de EFE