Dueño de un restaurante de Fco. de Montejo arma un ‘escándalo’ en Facebook

Noticias de Yucatán 

Lo que inició como una pelea entre un cliente y los dueños de un restaurante ubicado en Francisco de Montejo en Mérida, se convirtió en todo un escándalo que involucró a personas homosexuales, foráneos y discapacitados.

Hace unos días una joven realizó una publicación en su Facebook donde denunciaba malos tratos de los dueños del restaurante, acto seguido los administradores del restaurante contestaron y ahí empezó el ‘relajo’.

La joven señalaba que los propietarios del lugar insultaron a su madre y a ella cuando taparon la rampa del estacionamiento del lugar lo que provocó la ira de los dueños quienes llamaron a la policía y siguieron insultando a las mujeres.

Hoy, después de pasar un rato agradable en la presentación de mi hermana en la Modelo, decidimos ir a cenar crepes a La Creperie. Al llegar, como ya habían coches estacionados nos adelantamos un poco y como vimos que ya se iba a mover un coche que estaba a dos casas nos detuvimos enfrente de el a esperar a que se moviera. Resultó ser que quedamos enfrente de la entrada de coche del restaurante XXX pero como solo íbamos a esperar no vimos mayor problema. Mi hermana y yo nos bajamos y fuimos a pedir lo que cenaríamos mientras mi mamá esperaba. Después de un rato regresé a la camioneta a ver porqué mi mamá se tardaba tanto y me encontré a los dos dueños del restaurante hablando con una patrulla. Le pregunté a mi mamá que qué sucedía y me dijo que habían llamado a una grúa y a la policía. La patrulla se estacionó pero para esto nosotros ya nos habíamos quitado de la entrada del señor y no estábamos estorbando a nadie. De repente el uno de los dueños (el más joven de los dos) empezó a insultar a mi madre y a decirle obscenidades. El policía se acercó a preguntar y el señor, a pesar de esto, siguió insultando y gritándole a mi madre con una prepotencia increíble . Llegó un punto donde le dijo que no la quería ver cerca de su restaurante y que no le iba a permitir entrar y le negaba el servicio. A esto yo le pregunté al policía si eso se podía porque a decir verdad me surgió la duda, yo no sabía, y antes de que me pudiera responder este el señor se volteó, se plantó frente a mi amenazante y me dijo gritando que yo tampoco podía entrar al establecimiento, mencionó algo parecido a “Me reservo el derecho de admisión. YO decido quien entra a mi negocio y USTEDES no pueden entrar. No las quiero volver a ver cerca”. Realmente me asusté por como me trató y, por eso, el policía le pidió que se calmara. El señor se puso a pelear con el otro dueño y se metió al recinto. El otro dueño sí nos pidió que nos fuéramos y que no regresáramos. Sí estaba molesto pero no fue grosero. El policía nos dijo que no había problema y que nos podíamos ir, pero no nos queríamos mover por miedo a que dañara la camioneta de alguna forma así que se lo manifestamos al policía el cual nos dijo que en ese caso ya podrían tomar medidas al respecto y los podíamos llamar sin ningún problema. Volvió el señor nuevamente a gritarnos e insultarnos, nos trató con desprecio y no dejaba de decir obscenidades. Ya harta de escuchar que nos trataban tan mal decidimos mover el coche a otro lado para poder cenar en paz.

Les prometo una cosa, en ningún momento fue intención nuestra molestar o causar algún problema. Se me hizo completamente exagerada la reacción del señor. Me sorprende como es que una persona así puede ser dueño de un lugar con tan buena reputación. No desprestigio el lugar porque he escuchado muy buenas críticas de la comida pero si así trata a otras personas, no me imagino si tratará igual a sus trabajadores o a algún cliente. 

Así que ni modos, me quedaré con las ganas de probar su comida y con tan bonito lugar que tienen…

Por su parte el restaurante respondió que ellos solo defendían su establecimiento y que en ningún momento le faltó el respeto a las mujeres, por el contrario alegaban que fueron ellas quienes insultaron a los propietarios del lugar.

A raíz de los comentarios y denuncias que recibieron cientos de comentarios y compartidos se desencadeno una serie de ‘dimes y diretes’ entre usuarios de redes sociales, ya que el restaurante en una publicación señalo en mayúsculas que no permitirían que personas ‘fuereñas de Puebla’ vengan a insultarlos.

Lo que los usuarios más juzgan es la manera en la que el administrador de la cuenta del restaurante ha tomado el tema, así mismo respondieron de manera grosera a varios usuarios que comentaron en las diversas publicaciones.



Al suceso viral en Mérida, se unio otro restaurante que asegura fue difamado por los administradores del restaurante ubicado en Francisco de Montejo.


El restaurante involucrado respondió aclarando que lleva más de un mes cerrado por lo que es imposible lo que la administradora señala en su publicación.

No se sabe con certeza quien tenga la razón entre las mujeres y el restaurante, pero lo que si ha quedado claro es que en Mérida las redes sociales pueden ‘tundir’ tu negocio por un mal comentario en tus paginas. La Verdad