El poder que Elba puso a los pies de Calderón ya no da para otra treta en 2018, dicen politólogos

20 diciembre 2017
Noticias de Yucatán

 (SinEmbargo).– Envuelta con una sábana blanca, la ex lideresa magisterial Elba Esther Gordillo Morales arribó en una ambulancia a su penthouse de la colonia Polanco, en la Ciudad de México, casi cinco años después de su detención. Desde ahí, con brazalete electrónico, incomunicada, sin pasaporte ni visa y vigilada las 24 horas, la mujer de 72 años que gastaba millones de dólares en exclusivas tiendas de México, Estados Unidos y Europa continuará su proceso por delincuencia organizada y lavado de dinero por casi 2 mil millones de pesos.
Aunque quedan rescoldos, su imperio político y económico se ha debilitado, consideraron analistas políticos.
Ya no existe su red electoral construida a través de su liderazgo desde 1990 en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), cuyos tentáculos alcanzó al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y a la Secretaría de Educación Pública (SEP), y mediante su fundación del Partido Nueva Alianza (Panal).
“La Maestra” tiene derecho a un régimen de visitas controlado de familiares directos y abogados. Pero, quien en 2008 regaló 59 camionetas Hummers a los líderes seccionales del magisterio, jamás podrá salir del inmueble salvo con autorización judicial.
De su origen en uno de los estados más pobres, Chiapas, y trabajar como mesera en un hotel pasó a ser denominada por la revista Forbes como una de las diez personas más corruptas de México. Durante dos décadas, respaldada por los gobiernos priistas y panistas a cambio de su apoyo electoral, construyó su estructura de poder sobre un millón de miembros del SNTE, donde fluía el dinero sobre el que no debía rendir cuentas.

En julio de 2006, fue expulsada del PRI por su estrecha colaboración con Vicente Fox, en 2012 rompió la alianza electoral con el PRI y su candidato Enrique Peña Nieto, se opuso a la Reforma Educativa y, un año después, fue arrestada.
Hace casi 12 años, en 2006, en la campaña de Nueva Alianza “Uno de 3”, donde se pedía que no votaran por ellos para la Presidencia pero les dieran un voto, hubo una movilización política de la también ex Diputada y Senadora priista Elba Esther, dijo el académico Sánchez y Sánchez. Pero aunque se dice que la votación para ese partido fue fundamental para que Felipe Calderón Hinojosa ganara, un segmento muy importante identificado con ese partido –de hecho la mitad– votó por Andrés Manuel López Obrador, se documentó basado en encuestas de salida.
Nueva Alianza ha participado en dos elecciones presidenciales y siete estatales. En 2006, el candidato a la Presidencia Roberto Campa obtuvo 401 mil 804 votos y en 2012 Gabriel Quadri, un millón 150 mil 662 sufragios. Actualmente cuenta con 10 diputados federales, 54 diputados locales y más de 500 autoridades electas entre presidentes municipales, síndicos y regidores. La hija de Gordillo, la Senadora Mónica Arriola Gordillo, murió en marzo del año pasado.
Ahora, de cara a 2018, el politólogo Sánchez y Sánchez consideró que si Gordillo Morales influyó en la alianza entre Nueva Alianza y el PRI, ya hizo lo que podía. El peso de Nueva Alianza, con 480 mil afiliados (0.56 por ciento del padrón), representa alrededor de 2 millones de votos, “nada desdeñables, pero no los necesarios para inclinar el resultado hacia un lado u otro”, dijo.
compartir en facebook compartir en twitter compartir en google+

Visitas

Opinión

Elecciones

Nota Destacada