Noticias de Yucatán
(SinEmbargo).– Envuelta con una sábana blanca, la
ex lideresa magisterial Elba Esther Gordillo Morales arribó en una ambulancia a
su penthouse de la colonia Polanco, en la Ciudad de México, casi cinco años
después de su detención. Desde ahí, con brazalete electrónico, incomunicada,
sin pasaporte ni visa y vigilada las 24 horas, la mujer de 72 años que gastaba
millones de dólares en exclusivas tiendas de México, Estados Unidos y Europa
continuará su proceso por delincuencia organizada y lavado de dinero por casi 2
mil millones de pesos.
Aunque quedan rescoldos, su imperio político y económico
se ha debilitado, consideraron analistas políticos.
Ya no existe su red electoral construida a través de su
liderazgo desde 1990 en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación
(SNTE), cuyos tentáculos alcanzó al Instituto de Seguridad y Servicios
Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y a la Secretaría de Educación
Pública (SEP), y mediante su fundación del Partido Nueva Alianza (Panal).
“La Maestra” tiene derecho a un régimen de visitas
controlado de familiares directos y abogados. Pero, quien en 2008 regaló 59
camionetas Hummers a los líderes seccionales del magisterio, jamás podrá salir
del inmueble salvo con autorización judicial.
De su origen en uno de los estados más pobres, Chiapas, y
trabajar como mesera en un hotel pasó a ser denominada por la revista Forbes como
una de las diez personas más corruptas de México. Durante dos décadas,
respaldada por los gobiernos priistas y panistas a cambio de su apoyo
electoral, construyó su estructura de poder sobre un millón de miembros
del SNTE, donde fluía el dinero sobre el que no debía rendir cuentas.
En julio de 2006, fue expulsada del PRI por su estrecha
colaboración con Vicente Fox, en 2012 rompió la alianza electoral con el PRI y
su candidato Enrique Peña Nieto, se opuso a la Reforma Educativa y, un año
después, fue arrestada.
Hace casi 12 años, en 2006, en la campaña de Nueva
Alianza “Uno de 3”, donde se pedía que no votaran por ellos para la Presidencia
pero les dieran un voto, hubo una movilización política de la también ex
Diputada y Senadora priista Elba Esther, dijo el académico Sánchez y Sánchez.
Pero aunque se dice que la votación para ese partido fue fundamental para que
Felipe Calderón Hinojosa ganara, un segmento muy importante identificado con
ese partido –de hecho la mitad– votó por Andrés Manuel López Obrador, se
documentó basado en encuestas de salida.
Nueva Alianza ha participado en dos elecciones
presidenciales y siete estatales. En 2006, el candidato a la Presidencia
Roberto Campa obtuvo 401 mil 804 votos y en 2012 Gabriel Quadri, un millón 150
mil 662 sufragios. Actualmente cuenta con 10 diputados federales, 54 diputados
locales y más de 500 autoridades electas entre presidentes municipales,
síndicos y regidores. La hija de Gordillo, la Senadora Mónica Arriola Gordillo,
murió en marzo del año pasado.
Ahora, de cara a 2018, el politólogo Sánchez y Sánchez
consideró que si Gordillo Morales influyó en la alianza entre Nueva Alianza y
el PRI, ya hizo lo que podía. El peso de Nueva Alianza, con 480 mil afiliados
(0.56 por ciento del padrón), representa alrededor de 2 millones de votos,
“nada desdeñables, pero no los necesarios para inclinar el resultado hacia un
lado u otro”, dijo.