Noticias de Yucatán
La crisis sanitaria que ha estallado en Francia por
un brote de salmonela que ha infectado a decenas de bebés supuestamente
por ingerir la leche maternal Lactalis salpica a 83 países, donde la multinacional retirará
lotes procedentes de la fábrica francesa investigada.
El responsable de uno de los mayores grupos lácteos
del mundo, Emmanuel Besnier, salió de su habitual discreción y decidió dar su
primera entrevista en casi dos décadas de dirigente al Jornal de
Dimanche (JDD) para explicar su versión de este escándalo que también ha
forzado laintervención del Gobierno de Emmanuel Macron.
"Hay 83 países afectados, que están bajo el mismo
procedimiento de retirada de productos (que en Francia). Tenemos un
gabinete de crisis tanto para el extranjero como para Francia", dijo
Besnier, de 47 años.
Sin embargo, el responsable del conglomerado
familiar Lactalis, considerado el ejecutivo más enigmático de Francia, no
detalló de qué países se trata.
En Francia, la crisis alimentaria de la empresa
láctea afectó a 35 menores de seis meses, que contrajeron salmonelosis
durante el pasado diciembre, aunque todos ellos evolucionaron favorablemente.
La leche maternal en polvo de Lactalis, una de las
más consumidas en el mundo, ha podido afectar a otros dos bebés fuera de
Francia, uno en España, cuya causa probable de su gastroenteritis fue la
ingestión del producto de la firma francesa, y otro en Grecia, que aún falta
confirmar.
"De acuerdo con el Ministerio de Sanidad francés, 35
bebés enfermaron (por salmonela). No hay casos nuevos desde el 8 de diciembre.
Y el anunciado en España el viernes pasado se remonta al mes de octubre",
defendió Besnier, quien adelantó que se indemnizará a todas las familias
afectadas.
El presidente de la recién creada Asociación de Familias
Víctimas de la Leche Contaminada, Quentin Guillemain, declaró hoy al canal
"BFMTV" que tienen "preguntas muy precisas" para el líder
de Lactalis, al que acusó de opacidad y de mentir.
"Si piensa que con dinero va a comprar nuestro
silencio, se equivoca", dijo Guillemain, quien demandó más explicaciones
del fallo en cadena que provocó la crisis sanitaria.
El supuesto foco de esta bacteria está en la fábrica
situada en Craon, en el oeste de Francia y actualmente en paro técnico.
"Los análisis de los que disponemos nos sirven para
situar potencialmente el problema en el primer trimestre de 2017. En esa época
hicimos obras en las instalaciones", relató Besnier, considerado la octava
fortuna de Francia.
El director ejecutivo de la multinacional asumió que
cinco lotes no debían haber salido al mercado, aunque aclaró que corrigieron el
error al día siguiente.
El escándalo de la leche contaminada ha llevado al
Gobierno francés a intervenir, tanto contra Lactalis como contra las cadenas de
distribución, que siguieron dispensando el producto a pesar de las
prohibiciones.
"Hay denuncias contra nosotros, habrá una
investigación y nosotros colaboraremos con todo lo que nos pida la Justicia,
aunque nunca habrá riesgo cero en esta cuestión, como sucede en otras",
asumió.
Besnier confesó que fue él quien solicitó una entrevista
este viernes con el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, quien llegó a
achacar a Lactalis "fallos graves".
Entre los compromisos alcanzados, el grupo lácteo deberá
recuperar toda la leche infantil que haya salido de su planta de Craon y que
esté en circulación.
Eso significa ir más lejos que las tres retiradas
sucesivas del mercado que se llevaron a cabo en diciembre (un total de mil 357
lotes), cuando se ordenó apartar las decenas de millones de productos
fabricados allí desde el 15 de febrero y exportados a una treintena de países.
Esta medida sucedió en medio del estupor causado esta
semana en Francia cuando se supo que muchos de los productos afectados habían
seguido a la venta en decenas de supermercados y farmacias, así como en grandes
superficies.
Lactalis, fundado en 1933, pasó a ser uno de los gigantes
mundiales del sector lácteo desde que lanzó una opa hostil en 2011 a la
italiana Parmalat.
Actualmente, cuenta con 246 fábricas en 47 países, entre
ellos España, México, Brasil, Argentina, Colombia, Venezuela y Chile.
La compañía, que no cotiza en Bolsa y es reticente a
publicar sus cuentas, está controlada por Emmanuel Besnier y sus dos hermanos,
quienes la heredaron de su padre, Michel. El Universal.