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Grupos sociales y académicos denunciaron hoy que los pueblos del estado de Oaxaca que padecieron por los sismos del pasado mes de septiembre ya fueron abandonados por los gobiernos estatales y federal, a pesar de que los damnificados se cuentan todavía por miles.
Integrantes del Proyecto de Reconstrucción Integral de Unión Hidalgo, una de las organizaciones que se gestaron tras los desastres naturales y está compuesta por la Red de Solidaridad Binni Gubiña (vocablo zapoteco que significa gente de Unión Hidalgo), la FES Aragón de la UNAM, Habitat para la Humanidad y diversos colectivos y organizaciones, denunciaron que comunidades como Unión Hidalgo se encuentran aún entre escombros y alertaron que estos restos podrían generar infecciones a los pobladores.
Los habitantes de esta zona del Itsmo han optado por generar redes solidarias a través de la Guenaliza’a (Tequio en zapoteco) para levantar su pueblo, pero no ha sido suficiente, por lo que el proyecto apoya con asesorías a los damnificados con el proceso de reconstrucción de sus hogares, mediante distintos esquemas productivos para reactivar la economía de la zona, y brinda además apoyo psicológico.
Alfredo Bravo Olivares, profesor de Facultad de Estudios Superiores de Aragón de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que “el Gobierno metió su maquinaria, derrumbó las casas y dejó los escombros ahí. A la gente con trabajo le va alcanzar para comprar los materiales que requiere para medio construir algo, aunque sea pequeño, como para que también gasten en maquinaria para remover los escombros”.
El académico recientemente compartió un video en el que muestra los escombros que aún abundan en las calles del pueblo pesquero de Unión Hidalgo.
El pueblo ha recolectado grandes piedras blancas para reforzar sus paredes, ha colocado troncos en las bardas en vertical y diagonal para evitar colapsos latentes. Fotos: Tercero Díaz, Cuartoscuro
Unión Hidalgo es una comunidad ubicada en una de las zonas con vientos más fuertes a nivel mundial y específicamente entre los meses de octubre y marzo es cuando el viento golpea más fuerte. Las ráfagas de 120 kilómetro por hora que han provocado las múltiples volcaduras de trailers que transitaban por la carretera Panamericana del Istmo.
Los escombros y los fuertes vientos, han provocado que las calles del pueblo se impregnen de polvo, situación que ha generado distintos problemas en los ojos, en las vías respiratorias y en la piel, aseguró en entrevista Alberto Juan Castillo, sociólogo egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y miembro de la Red de Solidaridad Binni Gubiña.
“El hecho de vivir entre escombros y de que se normalice, es grave, pues podría devenir en un clima en el que aumente la violencia, lo cuál es un punto importante que tenemos que trabajar con la brigada de apoyo psicológico, pues al gobierno no le interesa nada de eso”, agregó el sociólogo.
La comunidad hoy se encuentra en un proceso de reconstrucción en el cual, según datos proporcionados por la Red Binni Gubiña, actualmente se trabaja en levantar las primeras 29 casas, de las 7 mil 800 casas afectadas de forma total y parcial.
Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, fue uno de los municipios más afectados por el sismo que sorprendió a los mexicanos al filo de la medianoche y dejó al menos 96 muertos en diferentes estados.
El Palacio Municipal de este lugar quedó parcialmente reducido a escombros y dejó una estampa peculiar: la bandera nacional en pie entre el derrumbe.
Los reclamos de abandono no son exclusivos de esta comunidad, integrantes de la Coordinadora General de Damnificados del Istmo emplazaron al gobierno de Alejandro Murat Hinojosa y de Enrique Peña Nieto para que cumplan con los censos de inmuebles dañados y los trabajos de reconstrucción en 16 municipios.
Los damnificados señalaron que alrededor de 12 mil damnificados por los sismos del 7 y 23 de septiembre no fueron censados por parte de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y por lo que no se les asignaron recursos para reconstruir sus viviendas.
Agregaron que otras 5 mil personas exigen la reclasificación de daño a sus viviendas.
Exigieron además que se explique el destino mil 200 millones de pesos que el Congreso de Oaxaca aprobó al Gobierno de Murat para atender la situación de emergencia derivada por los sismos de septiembre.
Los inconformes advirtieron que si a más tardar el 15 de enero no inicia la revisión de las casas iniciarán una serie de manifestaciones. Sin Embargo