Noticias de Yucatán
El testimonio y la aportación de pruebas contundentes que hizo un taxista fueron clave para que las autoridades esclarecieran el homicidio de la señora Ermila Vera Arangua, de 70 años y originaria de Nuevo León, en su casa del Fracc. Las Margaritas de Cholul, en Mérida.
Dicen bien que no hay crimen perfecto. Y el ahora detenido y procesado Edwin Armando Burgos Dzib, quien es pájaro de cuenta, ya que tiene varios ingresos en el penal, cometió un error: dejó olvidada su mochila en el taxi que lo llevó al lugar del crimen.
El chafirete, tras enterarse del homicidio al día siguiente, decidió entregar a la Fiscalía esa mochila que contenía documentos relacionados de un juzgado penal donde se le procesaba por robo y que delataban que había obtenido su libertad provisional.
El día del crimen ocurrido el 17 de noviembre de año pasado, el
taxista dio servicio al ahora asesino a quien recogió en el Centro de Justicia Oral de Mérida y lo dejó cerca de la casa de quien sería su víctima, en Santa Rita en
Cholul.
El ahora detenido fue notificado el mismo día del crimen que
obtendría su libertad condicional. Y en vez de portarse bien, como lo ofreció en el Juzgado, se le hizo fácil ir a robar, pero en esta ocasión de ratero de convirtió en asesino.
Todo parece indicar que la carrera criminal de Edwin Armando siguió aun después del asesinato porque ya estaba preso nuevamente por otro robo cometido con violencia.