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José Rafael Noh Chan, uno de los heridos en la explosión de una embarcación de Barcos Caribe el pasado 21 de febrero, reveló que Barcos Caribe no se ha hecho cargo de los gastos médicos generados por su lesión, además que, en contra de lo informado por el Ayuntamiento de Solidaridad, no fue llevado a una clínica privada, sino al IMSS, donde lo dieron de alta todavía con vidrios enterrados en la cabeza.
En entrevista, la víctima relata que caminaba por el muelle después de descender de la embarcación y justo pasaba frente a ella cuando se generó la explosión, lo que hizo que se luxara el hombro, y que perdiera una herramienta especializada que llevaba colgada del brazo.
José Rafael no fue trasladado a la clínica privada Playamed, como lo informara la propia presidenta municipal, Cristina Torres; por el contrario, fue enviado a la clínica del Seguro Social donde lo dieron de alta dos horas después y aún con vidrios enterrados en la cabeza.
Ante ello, su patrón lo llevó ese hospital privado, al que Protección Civil había llevado a los turistas extranjeros, pero de donde también le dieron de alta casi de inmediato. No obstante, una serie de molestias posteriores lo hicieron ir a la clínica del Imss, donde se desmayó.
En este punto, decidió dar aviso a Barcos Caribe de que se dirigiría a Playamed nuevamente, pero le exigieron ir antes a Cozumel, para autorizarle este gasto. Él acudió a ser tratado y le diagnosticaron con una luxación en el hombro, pero también sorprendieron con una factura de 5 mil 800 pesos, la que debió pagar para poder ser dado de alta.
José Rafael ya presentó una demanda ante el Ministerio Público contra Barcos Caribe, por desatender las obligaciones del servicio médico que, como pasajero tenía derecho a recibir y por el contrario, fue obligado a pagar.
Actualmente está con incapacidad laboral, que el IMSS le cubre con el salario mínimo, en lugar de los 8 mil pesos quincenales que devengaba.
La empresa tampoco quiere responder por la herramienta especializada, con valor de 25 mil pesos, que perdió en la explosión.
Actualmente, Noh Chan sufre dislocación del hombro con movimientos involutarios, lo que impide que pueda reintegrarse a sus labores. Se ha visto en la necesidad de vender sus pertenencias para poder subsistir y entre tanto, la Barcos Caribe no atiende sus llamados, ni sus mensajes.