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Denver (EE.UU.), (EFE).- Los trabajadores nocturnos o los alumnos que estudian de madrugada corren un mayor riesgo de sufrir diabetes y cáncer por cambios en los niveles de proteína en la sangre, según un estudio difundido hoy por la Universidad de Colorado en Boulder.
El estudio indica que las actividades nocturnas modifican los niveles de proteína en la sangre, lo que, a su vez, modifica el metabolismo y las funciones inmunológicas de las personas, cambiando entonces los patrones de sueño y de alimentación.
El problema tiene amplias repercusiones a nivel global, ya que el 20 % de los trabajadores del mundo (unos 600 millones) lo hacen de noche.
“Cuando experimentamos algo como descompensación horaria (“jet lag”) o un par de noches de trabajo nocturno, rápidamente modificamos nuestra fisiología normal de una manera que, si continúa, será perjudicial para nuestra salud”, dijo Kenneth Wright, director del estudio en declaraciones preparadas.
El director del Laboratorio de Sueño y Cronobiología y profesor del Departamento de Fisiología Integrativa en la Universidad de Colorado en Boulder dijo que el estudio se enfocó en 1.129 proteínas y encontró que 129 de ellas cambian si varía el momento de reposo o de alimentación de las personas.
Para llegar a esa conclusión, Wright y sus colegas examinaron a seis hombres sanos, todos ellos de poco más de 20 años, que pasaron varias noches en el hospital de la Universidad de Colorado en una situación controlada que simulaba trabajo nocturno.
Los voluntarios ya padecían de efectos negativos en su salud en su segundo día de “trabajar” de noche, señala la investigación.
La importancia del estudio, sostuvo Wright, radica en que, ahora que se sabe que la sangre cambia con los cambios de horarios de trabajo, comidas o sueño, los hospitales pueden desarrollar nuevos procedimientos para extraer muestras de sangre en los horarios apropiados.
A su vez, el nuevo hallazgo permitiría que los médicos realicen mejores diagnósticos y que determinen con mayor precisión en qué momento un paciente debe recibir tratamiento o medicamentos.
Por eso, Wright anticipó el próximo desarrollo de tratamientos para “proteger a los trabajadores nocturnos de los peligros para su salud”. EFE
Denver (EE.UU.), (EFE).- Los trabajadores nocturnos o los alumnos que estudian de madrugada corren un mayor riesgo de sufrir diabetes y cáncer por cambios en los niveles de proteína en la sangre, según un estudio difundido hoy por la Universidad de Colorado en Boulder.
El estudio indica que las actividades nocturnas modifican los niveles de proteína en la sangre, lo que, a su vez, modifica el metabolismo y las funciones inmunológicas de las personas, cambiando entonces los patrones de sueño y de alimentación.
El problema tiene amplias repercusiones a nivel global, ya que el 20 % de los trabajadores del mundo (unos 600 millones) lo hacen de noche.
“Cuando experimentamos algo como descompensación horaria (“jet lag”) o un par de noches de trabajo nocturno, rápidamente modificamos nuestra fisiología normal de una manera que, si continúa, será perjudicial para nuestra salud”, dijo Kenneth Wright, director del estudio en declaraciones preparadas.
El director del Laboratorio de Sueño y Cronobiología y profesor del Departamento de Fisiología Integrativa en la Universidad de Colorado en Boulder dijo que el estudio se enfocó en 1.129 proteínas y encontró que 129 de ellas cambian si varía el momento de reposo o de alimentación de las personas.
Para llegar a esa conclusión, Wright y sus colegas examinaron a seis hombres sanos, todos ellos de poco más de 20 años, que pasaron varias noches en el hospital de la Universidad de Colorado en una situación controlada que simulaba trabajo nocturno.
Los voluntarios ya padecían de efectos negativos en su salud en su segundo día de “trabajar” de noche, señala la investigación.
La importancia del estudio, sostuvo Wright, radica en que, ahora que se sabe que la sangre cambia con los cambios de horarios de trabajo, comidas o sueño, los hospitales pueden desarrollar nuevos procedimientos para extraer muestras de sangre en los horarios apropiados.
A su vez, el nuevo hallazgo permitiría que los médicos realicen mejores diagnósticos y que determinen con mayor precisión en qué momento un paciente debe recibir tratamiento o medicamentos.
Por eso, Wright anticipó el próximo desarrollo de tratamientos para “proteger a los trabajadores nocturnos de los peligros para su salud”. EFE