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El esqueleto fosilizado –y completo al 70%– de un dinosauro carnívoro fue subastado este lunes en Francia. Lo adquirió por dos millones de euros un ciudadano francés que planea exhibirlo en algún museo, informa el periódico Le Figaro.
Los restos reconstruidos miden 9 metros de largo y 2,60 metros de alto y corresponden a un terópodo no identificado. El gerente de la casa de subastas Aguttes, Claude Aguttes, indicó que pertenecen a una especie todavía no clasificada, puesto que los paleontólogos encontraron varias divergencias con las conocidas.
La organización se reserva el anonimato tanto del comprador como del vendedor. Sin embargo, indicó que quien lo vendió es un empresario británico y ahora el esqueleto pertenece a un particular de nacionalidad francesa, que ambiciona exponerlo al público.
Aguttes alabó esta decisión: "Todos podrán verlo, pronto será prestado a un museo, será estudiado por científicos. Todo es perfecto". Según su información, la muestra "permanecerá en Francia".
Los huesos fueron encontrados en el 2013 en Wyoming, Estados Unidos, en la formación Morrison, que es un importante yacimiento fosilífero del Jurásico. Este espécimen se remonta exactamente al final de aquella época geológica y tiene unos 150 millones de años.
La propia subasta fue organizada en un lugar emblemático: el primer piso de la Torre Eiffel, en París. La casa promete destinar parte de las ganancias a dos organizaciones benéficas que trabajan con especies en peligro de extinción.
Decepción de los científicos
Pese a la promesa de exhibir al dinosaurio y prestarlo a los investigadores, el mundo científico se muestra decepcionado por la compraventa. El sitio web LiveScience incluso encontró "desmayados" a algunos de sus portavoces.
La práctica de subastar dinosaurios es legal, pero forma parte de la creciente tendencia que amenaza con alejar los especímenes no estudiados de primera categoría de los científicos, que no pueden permitirse comprarlos, estimó el presidente de la Sociedad de Paleontología de Vertebrados (EE.UU.), David Polly. "En términos generales, incluso grandes museos no tienen presupuestos para adquirir especímenes", dijo.
Habitualmente, los museos y otras instituciones investigadoras gastan cerca de 10.000 dólares en sus grandes excavaciones, que implican viajes al sitio y trabajos de campo. Eso es al menos 200 veces menos que la suma que pagó el comprador del terópodo de Wyoming, explicó Polly. A su juicio, el problema es que el propietario de la tierra donde es hallado un dinosaurio lo percibe como un objeto de comercio y fuente de ingresos.
El esqueleto fosilizado –y completo al 70%– de un dinosauro carnívoro fue subastado este lunes en Francia. Lo adquirió por dos millones de euros un ciudadano francés que planea exhibirlo en algún museo, informa el periódico Le Figaro.
Los restos reconstruidos miden 9 metros de largo y 2,60 metros de alto y corresponden a un terópodo no identificado. El gerente de la casa de subastas Aguttes, Claude Aguttes, indicó que pertenecen a una especie todavía no clasificada, puesto que los paleontólogos encontraron varias divergencias con las conocidas.
La organización se reserva el anonimato tanto del comprador como del vendedor. Sin embargo, indicó que quien lo vendió es un empresario británico y ahora el esqueleto pertenece a un particular de nacionalidad francesa, que ambiciona exponerlo al público.
Aguttes alabó esta decisión: "Todos podrán verlo, pronto será prestado a un museo, será estudiado por científicos. Todo es perfecto". Según su información, la muestra "permanecerá en Francia".
Los huesos fueron encontrados en el 2013 en Wyoming, Estados Unidos, en la formación Morrison, que es un importante yacimiento fosilífero del Jurásico. Este espécimen se remonta exactamente al final de aquella época geológica y tiene unos 150 millones de años.
La propia subasta fue organizada en un lugar emblemático: el primer piso de la Torre Eiffel, en París. La casa promete destinar parte de las ganancias a dos organizaciones benéficas que trabajan con especies en peligro de extinción.
Decepción de los científicos
Pese a la promesa de exhibir al dinosaurio y prestarlo a los investigadores, el mundo científico se muestra decepcionado por la compraventa. El sitio web LiveScience incluso encontró "desmayados" a algunos de sus portavoces.
La práctica de subastar dinosaurios es legal, pero forma parte de la creciente tendencia que amenaza con alejar los especímenes no estudiados de primera categoría de los científicos, que no pueden permitirse comprarlos, estimó el presidente de la Sociedad de Paleontología de Vertebrados (EE.UU.), David Polly. "En términos generales, incluso grandes museos no tienen presupuestos para adquirir especímenes", dijo.
Habitualmente, los museos y otras instituciones investigadoras gastan cerca de 10.000 dólares en sus grandes excavaciones, que implican viajes al sitio y trabajos de campo. Eso es al menos 200 veces menos que la suma que pagó el comprador del terópodo de Wyoming, explicó Polly. A su juicio, el problema es que el propietario de la tierra donde es hallado un dinosaurio lo percibe como un objeto de comercio y fuente de ingresos.