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Cuando se trata de cuidar su piel, Mariah Carey prefiere
recurrir a la sabiduría de grandes iconos de la antigüedad como Cleopatra, que
según la leyenda recurría a los baños de leche de burra, para preservar su
belleza y su cutis.
“Me baño en leche, sí. A veces recurro a la leche como
tratamiento de belleza“, confesó la estrella de la música en una entrevista a
“The Guardian.”
“No quiero desvelar todos mis secretos. Bueno, es leche
fría. Y supongo que si no tuviera agua limpia a mano recurriría a la mineral“,
explicó.
Este tipo de declaraciones, sumados a las historias que
la persiguen desde hace años acerca de las peticiones que realiza antes de sus
actuaciones -cien palomas blancas, veinte gatitos o inodoros con tapas de oro-,
han contribuido a cimentar la leyenda de la diva.
