Hombre amenaza con estallar cilindro de gas en Mazatlán

20 julio 2018
Noticias de Yucatán. Noticias de Hoy




  • Había pánico entre los presentes, el hombre pedía enfurecido dinero a su madre

Mazatlán, Sinaloa.- Un sujeto presuntamente en estado de drogadicción causó daños a varios vehículos estacionados en el exterior del hospital general y provocó pánico entre las personas que se dirigían al nosocomio.
El hombre, de aproximadamente 35 años, amenazó por un momento con incendiar un tanque de gas si su madre no le daba dinero. La gente narró que colocó el cilindro bajo la carrocería de un vehículo mientras lanzaba su advertencia.
El suceso ocurrió ayer a las 18:00 horas en la esquina de las calles Justo Tirado y Ferrocarrilera, en la colonia Santa Elena.
El sujeto, quien fue identificado por sus vecinos con el nombre de Írving, prácticamente enloqueció y empezó a arrojar a la calle varias macetas y piedras, las cuales hicieron blanco en cristales de los automóviles estacionados.
Al advertir la acción, los peatones corrieron a refugiarse a los locales con venta de alimentos y medicinas. Incluso, los encargados de algunos establecimientos decidieron bajar la cortina.
Civil lo somete
La agresión de Írving fue subiendo de tono, al grado que los presentes empezaron a llamar a los números de emergencia para pedir una patrulla.
El furioso sujeto por momentos insultaba a su madre y en una oportunidad ingresó a la casa de esta a causar destrozos.
Un hombre que se encontraba entre la muchedumbre se armó de valor y con un madero en la mano ingresó a la vivienda para someter al rijoso. Decenas de personas se concentraron en la calle Justo Tirado al ver la presencia de dos patrullas de la Municipal, cuyos agentes ayudaron al civil. El tipo fue esposado en el exterior de la casa y trepado a la patrulla.
Pese a que ya se encontraba sometido, no dejó de insultar a su madre y de advertir que volvería.
Los vecinos comentaron que en un inicio, Írving pedía dinero a cambio de no hacer estallar el cilindro de gas.
“¡Te imaginas si hubiera encendido el tanque cuando se encontraba debajo de la camioneta!”, exclamó un joven que presenció el desenfreno que causó el hombre. El rijoso fue llevado a la cárcel municipal, donde sería canalizado ante el juez de Barandilla.
El suceso quedó como una anécdota más que ocurre en el exterior del hospital general de Mazatlán, pues de ser una tarde aparentemente tranquila, pasó del miedo a la desesperación, el coraje y la impotencia.

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