Constructoras y paracaidistas contaminan el agua en Mérida

16 agosto 2018
Noticias de Yucatán. Noticias de Hoy 
A pesar de que el 50% del agua potable que se consume en Mérida proviene de la Reserva Cuxtal, al sur de la ciudad, ésta cuenca hidrológica está en peligrodebido a la deforestación y edificación de zonas habitacionales por parte de al menos dos desarrolladoras inmobiliarias.

Se ha identificado al menos a las empresas Grupo Gori y Grupo Casitas como los que fomentan unidades habitacionales en la zona, que al sumarse a numerosos paracaidistas deforestan y contaminan el valioso recurso de Mérida.

Jesús García, coordinador de monitoreo de vida silvestre del santuario, mencionó que las 10 mil 757 hectáreas que conforman la reserva proveen de agua limpia a la mayoría de los meridanos, pero la venta de terrenos por parte de ejidatarios provoca alteraciones en el sitio, con lo que se compromete la calidad del líquido.

Indicó que las constructoras que han entrado son porque ha habido ejidatarios que venden sus tierras para salir de la marginación y la pobreza en la que viven, ya que para algunos es algo positivo desprenderse de un lugar lleno de monte y recibir a cambio algo tangible como lo es el dinero, muchas veces en efectivo.

Aunque el entrevistado no supo decir en cuántos años se podría dar problemas por agua contaminada, se estima que las afectaciones se sigan multiplicando conforme los terrenos se conviertan en fraccionamientos, aunque prevé que las afectaciones sean profundas en menos de 10 años, ya que todo dependerá del cuidado que las autoridades pongan en la reserva.

Aunque las autoridades de la Reserva sólo mencionan que la principal amenaza de este lugar son los desarrolladores inmobiliarios, éstos no dan nombres concretos, aunque una investigación ha revelado que Grupo Gori y Grupo Casitas, quienes han construido varias zonas habitacionales en Umán y el sur de Mérida, serían las involucradas en la deforestación y construcción de viviendas en el sitio.

Sin embargo, hay otros responsables de la tala ilegal de árboles en la zona, y son los famosos “paracaidistas”, quienes en su afán de tener un lugar digno para vivir destruyen el ecosistema para construir “casuchas”, por lo que el agua sucia que generan se va directamente al manto freático, debido a la clandestinidad en la que viven.

Asimismo, el 50 por ciento los habitantes de las comisarías de Dzununcán, Molas, San Ignacio Tesip, Xmatkuil, Santa Cruz Palomeque, San Pedro Chimay, Hunxectamán, Dzoyaxché y Tahdzibichén, que forman parte de la reserva, realizan prácticas inadecuadas estando en casa, como el mal manejo de aguas y basura; ante ello, el manto acuífero se va dañado.
Todo lo anterior está prohibido, según el Programa de Manejo de la Zona, en su artículo 88, capítulo VIII de las prohibiciones, señala que queda prohibida la fundación de nuevos centros de población, fraccionamientos o desarrollos inmobiliarios, algo con lo que día a día batalla el personal de la Reserva Cuxtal para identificar estas irregularidades.

El director técnico de la zona protegida, Albert Baena Regel, mencionó que en lo que va del año 50 hectáreas son las que han salvadas de la deforestación y los procesos legales han sido traspasados a las autoridades en el tema, como lo es la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

El funcionario señaló que el impacto directo que producen dichas construcciones es cambio en el uso de suelo, deforestación de la zona, que por consiguiente se pierde la capacidad y captura de agua, así como la producción de dióxido de carbono, la polinización, la erosión, y en algunos otros casos, la caza de animales silvestres.

Entre los planes que tiene el personal de la cuenca para los habitantes de las comisarías meridanas, a fin de evitar la contaminación, Baena Regel señaló que está la “Alianza por Cuxtal”, pero la falta de recursos y apoyos ha impedido que el proyecto llegue a todos los habitantes de la zona tal y como debería darse.

Agregó que los pocos recursos que llegan por los trabajos que hace el comité técnico asesor y la junta de gobierno, ya que el Ayuntamiento de Mérida les brinda recursos, que se van al pago de la nómina del persona, la renta de la oficina en la que operan y en el servicio de una camioneta, que está al servicio del personal.

Explicó que otra manera de erradicar la contaminación en la zona, es dotar de manera adecuada a los hogares, que así lo necesiten, de infraestructura hidráulica, que consiste en la instalación de regaderas, tubos, y por ende fosas sépticas, ya que muchas veces el agua se va directamente al manto freático; sin embargo, el problema está en obtener esos instrumentos. La Verdad Noticias
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