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Victoria Curthoys, de 29 años de edad, perdió todos los dedos de su pie derecho debido a una infección que adquirió durante una terapia con peces en un spa de Tailandia, una agonía que se extendió siete años.
La mujer ya había perdido la mitad de su dedo gordo cuando pisó un pedazo de vidrio y la cortada se infectó hasta el hueso, por lo que los doctores tuvieron que remover parte de su dedo.
Esta cicatriz le causó más problemas cuando, en 2010, visitó un spa en Tailandia para recibir un tratamiento en los pies con peces. “Observé al dueño del spa programar todo el sistema y se veía muy limpio, pero qué equivocada estaba”, dijo Victoria al diario The Sun.
Un parásito logró filtrarse por las heridas de su operación previa y le provocó una infección hasta la médula del dedo. La mujer acudió al doctor en Australia cuando comenzó a presentar síntomas como altas temperaturas.
Después de un año de estudios, los doctores la diagnosticaron con Schwelmenella y terminaron por amputar el dedo gordo en diciembre de 2012.
Un año después, la presión por caminar sin un dedo comenzó a causar úlceras en el segundo, que también se infectó, por lo que le fue retirado en 2014. Dos años después, Victoria perdió dos dedos más por la misma razón, mientras que el meñique le fue amputado en 2017.