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Los hijos de madres adolescentes tienden a tener peores resultados en la vida. Una gran parte de la razón parece residir en que las madres adolescentes tienen a sus hijos con peores hombres, lo que puede afectar los resultados de los niños a través de la naturaleza y/o la crianza.
Es lo que sugiere este reciente estudio realizado por investigadores de la Brown University.
Maternidad adolescente
Las mujeres que dan a luz en la adolescencia tienen peores resultados educativos y laborales que las mujeres que tienen el primer parto en edades más avanzadas. Investigaciones anteriores ya han atribuido muchos de estos efectos a que sus madres pueden ser menos maduras o tener menos recursos financieros cuando el niño es pequeño.
Usando los datos del registro noruego, en este estudio se compararon los resultados de los hijos de hermanas que tienen el primer parto en diferentes edades. Mientras que una hermana tuvo su primer hijo al menos a los 15 años, la otra se convirtió en madre cuando ya no era una adolescente.
Según sugiere el estudio, el efecto causal de ser hijo de una madre adolescente es mucho más pequeño que el que implican las diferencias transversales, pero todavía hay consecuencias adversas significativas a largo plazo, especialmente para los niños nacidos de las madres adolescentes más jóvenes.
Los padres de embarazos en adolescentes tenían puntuaciones de CI un 25% más bajas que los padres en embarazos no adolescentes. La edad promedio de todos los padres en el estudio fue de 28 años, pero los padres en embarazos adolescentes eran aproximadamente 2.5 años más jóvenes. Según explica Anna Aizer, líder de la investigación:
Tener un hijo cuando eres pobre es realmente lo que es responsable del peor resultado para estos niños. Pero los padres también importan.
Las madres adolescentes enfrentan muchos desafíos, desde lidiar con la vergüenza y el estigma de un embarazo no planeado hasta terminar la escuela y encontrar un empleo. Pero los padres en esta clase de embarazados adolescentes tienden a tener un cociente intelectual más bajo y son físicamente más bajos u otros rasgos físicos que pueden estar vinculados a una nutrición deficitaria. Eso también hace que sean padres que tienen menos recursos económicos.
Los hijos de madres adolescentes tienden a tener peores resultados en la vida. Una gran parte de la razón parece residir en que las madres adolescentes tienen a sus hijos con peores hombres, lo que puede afectar los resultados de los niños a través de la naturaleza y/o la crianza.
Es lo que sugiere este reciente estudio realizado por investigadores de la Brown University.
Maternidad adolescente
Las mujeres que dan a luz en la adolescencia tienen peores resultados educativos y laborales que las mujeres que tienen el primer parto en edades más avanzadas. Investigaciones anteriores ya han atribuido muchos de estos efectos a que sus madres pueden ser menos maduras o tener menos recursos financieros cuando el niño es pequeño.
Usando los datos del registro noruego, en este estudio se compararon los resultados de los hijos de hermanas que tienen el primer parto en diferentes edades. Mientras que una hermana tuvo su primer hijo al menos a los 15 años, la otra se convirtió en madre cuando ya no era una adolescente.
Según sugiere el estudio, el efecto causal de ser hijo de una madre adolescente es mucho más pequeño que el que implican las diferencias transversales, pero todavía hay consecuencias adversas significativas a largo plazo, especialmente para los niños nacidos de las madres adolescentes más jóvenes.
Los padres de embarazos en adolescentes tenían puntuaciones de CI un 25% más bajas que los padres en embarazos no adolescentes. La edad promedio de todos los padres en el estudio fue de 28 años, pero los padres en embarazos adolescentes eran aproximadamente 2.5 años más jóvenes. Según explica Anna Aizer, líder de la investigación:
Tener un hijo cuando eres pobre es realmente lo que es responsable del peor resultado para estos niños. Pero los padres también importan.
Las madres adolescentes enfrentan muchos desafíos, desde lidiar con la vergüenza y el estigma de un embarazo no planeado hasta terminar la escuela y encontrar un empleo. Pero los padres en esta clase de embarazados adolescentes tienden a tener un cociente intelectual más bajo y son físicamente más bajos u otros rasgos físicos que pueden estar vinculados a una nutrición deficitaria. Eso también hace que sean padres que tienen menos recursos económicos.