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El pasado martes 2 de octubre fue el comienzo de una auténtica pesadilla para dos estudiantes de Mérida, quienes, tras ser confundidos con una pareja de ladrones, fueron detenidos por agentes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y boletinados ante los medios por la propia dependencia estatal.
El desagradable episodio se vivió minutos después de David y Luis terminaran de presentar examen de inglés en una universidad del sur de la ciudad, aproximadamente a las 14:30 horas.
El único pecado de los universitarios fue haber pasado por el lugar en una motocicleta, situación que les valió una “revisión de rutina” por parte de los policías, quienes se encontraban en busca de una pareja en moto que aproximadamente a la 1:30 de la tarde había atracado a una mujer que caminaba sobre la calle 111 entre 60 y 62 de la colonia Castilla Cámara, al sur de Mérida.
“Nosotros ni siquiera estábamos enterados de lo que había sucedido. Una unidad de la policía nos interceptó por el (estadio) Kukulcán, nos dijo que nos pegáramos y que nos iban a revisar los papeles de la moto”, narraron los jóvenes, quienes fueron aprehendidos en una dirección que ni siquiera aparece en los mapas: la calle 111 por 99 de la colonia San Antonio Kaua.
“Llegó hasta el esposo de la señora y nos empezó a insultar, al igual que los policías que nos subieron a la patrulla”, agregaron. “Nos hicieron quitarnos los pantalones en plena calle, algo que está prohibido, y casi nos bajan los bóxers para ver si no escondíamos algo allá abajo”.
Con pruebas en mano firmadas por el director de su universidad que certifican que estaban en el plantel cuando el crimen del que fueron falsamente acusados, los muchachos dijeron que pasaron más de 48 horas detenidos en las oficinas de la Fiscalía General del Estado (FGE).
De hecho, la víctima del robo interpuso su denuncia ese mismo martes, pero no acudió a ratificarla al día siguiente a las 10 de la mañana, como marca la ley. Hasta ahora, no saben nada de ella.
“No se nos hace justo que nos estén diciendo ladrones, porque no tenemos la necesidad de estar robando. Por eso nosotros trabajamos, nuestra rutina es ir de la escuela al trabajo todos los días”.
“De hecho los policías (que los detuvieron) se dieron cuenta que lo único que teníamos en nuestra mochila eran libretas y USBs, no teníamos nada de lo que decían”.
Un escueto comunicado difundido por la SSP aquella noche, decía que los tripulantes de la moto “fueron reconocidos por la quejosa”, no obstante, al momento de hacer la descripción de la apariencia de los verdaderos delincuentes, esta no coincidía ni siquiera en los colores de las camisas ni de los pantalones que los estudiantes portaban en ese momento.
“Nos sentimos realmente mal, no se nos hace justo lo que hizo la señora, que ni siquiera dio la cara”, comentaron.
Las dos víctimas de esta desagradable confusión exigieron una disculpa pública a todos los involucrados, quienes mancharon su reputación e hicieron que mucha gente los tachara de ladrones, por lo que tienen miedo de ser agredidos por alguna persona que haya visto esa información falsa y los confundan de nuevo, esta vez con consecuencias que podrían atentar contra su vida. Reporteros Hoy
