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CIUDAD DE MÉXICO.- Las joyas otorgan estilo y personalidad, por ello son un excelente complemento para cualquier atuendo.
Si se busca durabilidad, sobriedad y distinción, es de suma importancia elegir aquellas elaboradas con base a elementos de calidad. Sin embargo, muchas veces por no saber elegir nuestras joyas recurrimos a las "de fantasía", en las que la materia prima no es demasiado relevante, sino que importa más su diseño.
Aunque elegir joyería no parezca una tarea compleja, dependiendo de lo que se esté buscando, se debe aprender a reconocer la pureza de la materia prima, en este caso hablaremos del oro: su talla, el número de quilates, entre otras características. Para ello, es importante tener en cuenta una serie de aspectos:
¿Cómo diferenciar el oro?
Cuando se trata de comprar joyería de calidad, la decisión más clásica es optar por oro. Sin embargo, es necesario aprender a reconocerlo para no ser víctima de engaños. Para ello, los siguientes consejos te ayudarán:
A mayor peso de la joya en gramos, más elevado su precio.
Las joyas enchapadas en oro no están fabricadas con base a este material, sino que sólo las recubre.
Cuando se trata de anillos, no se debe elegir aquellos demasiado delgados, ya que el desgaste puede causar que se rompa.
Este material requiere de sumo cuidado, ya que con el tiempo pierde su brillo.
Quilataje
Mientras más quilates, mayor porcentaje de oro tendrá la joya. El máximo de kilates que puede tener una joya de oro es de 24, el que representa el 100% de pureza. Sin embargo, el oro en su estado puro es demasiado blando y se desgasta con facilidad, por lo que los orfebres tienden a mezclarlo o alearlo con otros metales para poder trabajarlo mejor.
Por eso, se calcula desde esa cifra hacia abajo el porcentaje: si es de 18 kilates, sacando la proporción desde el parámetro de la pureza máxima, la joya tendrá un 75% de pureza, y así sucesivamente.
Sello de contraste
Es una pequeña marca que se hace con una herramienta, como un cincel o punzón, que sirve como garantía de la pureza de la joya que se está adquiriendo, así como el sello del fabricante y/o el laboratorio donde se hizo el análisis de la materia prima.
Por lo general, esta marca se realiza en lugares ocultos de la joya, como el reverso de los anillos o en los cierres, partes posteriores o cantos de collares y pulseras.
En concreto, lo que vemos son tres pequeñas marcas: la primera nos habla de la pureza del oro (siguiendo el ejemplo anterior, si la pieza es de 18 quilates, esta marca será "750", indicando el porcentaje de pureza); la segunda representa el laboratorio donde se hizo el análisis de su pureza; y el tercero es la marca del artesano orfebre que finalmente ha diseñado la joya.
Existen ocasiones en que para ahorrar impuestos y abaratar el costo de la joya, sólo se ha dejado la marca del artesano. Sin embargo, es necesario saber que en muchas partes esto es contrario a la ley. Por lo que la calidad de la pieza pierde su garantía y el joyero pierde su reputación.
Valor
Para hacer el cálculo oficial, es necesario informarse sobre el precio actual del "Kilo Manufacturado", el que generalmente es valorado en Euros.
Este precio del kilo, se divide por mil y ya tenemos el precio del gramo, dependiendo del grado de pureza del quilataje. Esto es: si, por ejemplo, el precio actual de un gramo de oro es de 25 euros, este valor se debe multiplicar por 0.75, en caso de que la pieza tenga un 75% de oro puro, es decir, sea de 18 quilates.
De esta forma, siguiendo el ejemplo, un gramo de 18 quilates tendrá 0,75 gramos de oro puro y 0,25 gramos de metal de aleaciones. Ahora bien, para saber el valor de la joya en su totalidad, sólo se deberá multiplicar aquellos 25 euros por los 0,75 de oro puro y este resultado, a su vez por el peso total de la pieza. Fuente:dineroenimagen.