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(apro).- Fernando Velázquez, de 23 años, confesó el asesinato de su exesposa, su excuñada y la concuña de ésta, porque no le permitieron ver a su hija; además, lesionó de gravedad a una trabajadora doméstica.
Los hechos ocurrieron ayer en el Callejón del Negro de la colonia Casa Blanca, en esta capital, hasta donde Fernando llegó por la mañana para ver a su hija de cinco años, pero su expareja, Aracely Guadalupe, de 22 años, se opuso. El hombre estalló en ira, sacó un cuchillo y la atacó hasta matarla.
Karina del Carmen, hermana gemela de Aracely, se metió a defenderla y también fue asesinada, junto con su concuña Verónica Janeth. La trabajadora doméstica de la casa fue lesionada gravemente.
Consumado el triple crimen, Fernando salió de la casa e intentó escapar, pero los vecinos, alarmados por el escándalo, llamaron a la policía y fue detenido.
Ante la Agencia de Violencia de Género de la Fiscalía General del Estado (FGE), el homicida aceptó que mató a las tres mujeres, y que en ese momento no estaba ebrio ni drogado.
“Las maté porque no me dejaron ver a mi hija”, confesó, y reveló que hace un año apuñaló a un sujeto en el mercado José María Pino Suárez de esta capital, y luego huyó a Cancún, Quintana Roo, donde permaneció siete meses.
Fernando fue ingresado al Centro de Reinserción Social del Estado (Creset), mientras que las tres víctimas fueron sepultadas este jueves.
(apro).- Fernando Velázquez, de 23 años, confesó el asesinato de su exesposa, su excuñada y la concuña de ésta, porque no le permitieron ver a su hija; además, lesionó de gravedad a una trabajadora doméstica.
Los hechos ocurrieron ayer en el Callejón del Negro de la colonia Casa Blanca, en esta capital, hasta donde Fernando llegó por la mañana para ver a su hija de cinco años, pero su expareja, Aracely Guadalupe, de 22 años, se opuso. El hombre estalló en ira, sacó un cuchillo y la atacó hasta matarla.
Karina del Carmen, hermana gemela de Aracely, se metió a defenderla y también fue asesinada, junto con su concuña Verónica Janeth. La trabajadora doméstica de la casa fue lesionada gravemente.
Consumado el triple crimen, Fernando salió de la casa e intentó escapar, pero los vecinos, alarmados por el escándalo, llamaron a la policía y fue detenido.
Ante la Agencia de Violencia de Género de la Fiscalía General del Estado (FGE), el homicida aceptó que mató a las tres mujeres, y que en ese momento no estaba ebrio ni drogado.
“Las maté porque no me dejaron ver a mi hija”, confesó, y reveló que hace un año apuñaló a un sujeto en el mercado José María Pino Suárez de esta capital, y luego huyó a Cancún, Quintana Roo, donde permaneció siete meses.
Fernando fue ingresado al Centro de Reinserción Social del Estado (Creset), mientras que las tres víctimas fueron sepultadas este jueves.
