El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que aunque desconocían la instalación del software Rastrillo en las gasolineras que compraban y vendían huachicol, hay una investigación a fondo en todas aquellas en las que no coinciden sus reportes de ventas.
“Lo que hay ya es una investigación de inteligencia financiera sobre algunas gasolinerías que no han podido demostrar sus ingresos a partir de sus ventas o no coincide lo que le compran a Pemex con lo que venden, o hay diferencias en el dinero que ingresa y el que manifiestan al SAT”, explicó.
MILENIO Diario publicó que al menos la tercera parte de las estaciones de servicio del país instalaron este software pirata con el que podían manipular el reporte de venta de combustible que hacían a la Secretaría de Hacienda, al SAT y al propio Pemex. Ayer el Presidente dijo que no tenía información sobre este caso en particular, pero recalcó que la Unidad de Inteligencia Financiera está rastreando todas las irregularidades de las 12 mil gasolinerías del país.
“Todo eso ya está y en algunos casos incluso tengo información que se han congelado cuentas de concesionarios y están en curso denuncias o se han presentado ya en la Fiscalía General”. Señaló que pedirá que se indague sobre esta aplicación pirata para poder dar información sobre el tema más adelante.
La bodega de Azcapotzalco en las que se encontraron cinco tomas clandestinas que ya fueron clausuradas, está ubicada sobre el paso de siete ductos y un gasoducto. López Obrador dijo que están investigando quiénes son los dueños de la marca BP que se hacía pasar como una empresa de cámaras de vigilancia.