Quien parece estar abarcando mucho y apretando poco es el llamado “superdelegado” Joaquín Díaz Mena, quien en cada declaración y entrevista evidencia que no tiene el control del gobierno federal en Yucatán.
Aunque su nombramiento ostenta que es el representante del presidente Andrés Manuel López Obrador en Yucatán, en la práctica no funge como tal, o al menos así lo demuestra su desconocimiento en varios de los llamados proyectos insignia del Gobierno de México.
Este jueves “Huacho” Díaz fue entrevistado por diversos medios de comunicación sobre los avances en programas como los de adultos mayores, jóvenes construyendo el futuro y becas para discapacidad, pero en ninguno pudo aportar cifras que indiquen un avance cuantitativo de los programas.
En la mayoría de los casos se limitó a decir que eso lo manejan las oficinas centrales, que no sabe porque todavía no le dan indicaciones, que no tiene números porque las cifras de los adultos mayores están revueltas las de los nuevos con los que estaban anteriormente.
Igual no pudo precisar qué va a pasar con las guarderías de lo que anteriormente era Sedesol, donde desde diciembre se presentaron quejas por retrasos en los pagos.
Por ahora está apagado el fuego de los pagos, pero hay incertidumbre en qué va a pasar con este programa que beneficia a madres de familia que trabajan, un sector que parece no ser prioridad de este gobierno federal.
Por ahora hay denuncias de guarderías abandonadas, pero Díaz Mena dijo que desconoce la situación. Lo único que pudo decir, sin precisar si eso ocurría en Yucatán, es que a nivel nacional se detectaron guarderías “fantasma”, lo mismo que niños “inexistentes” en varias estancias infantiles.
Todo indica que Díaz Mena no ha tenido la suficiente fuerza para defender las condiciones de Yucatán, que dista mucho de contaminarse de las prácticas que ocurren en otros estados.
Aunque en reiteradas ocasiones el presidente López Obrador ha dicho que Yucatán es un caso especial, los funcionarios subalternos desconocen un poco esto, y Díaz Mena no ha hecho nada por recordarles las palabras del mandatario.
Por lo pronto el “superdelegado”, a quienes algunos consideraron que sería un “gobernador alterno”, se ha quedado en el limbo político, en su verdadera dimensión.
Yucatán Ahora