En el local del número 184 b
de la avenida Xola, en la Ciudad de México, ondea una bandera con los colores
del arcoiris. Dentro, una decena de adultos mayores ríen y hablan de sus
tiempos de juventud.
La mayoría de ellos -aunque no
todos-, pertenecen a la comunidad lésbico, gay, bisxual, transexual,
transgénero e intersexual (LGBTTI), y cuentan que llegar a conocerse en Laetus
Vitae, una casa de día fundada para el encuentro de adultos mayores de la
diversidad sexual, les cambió la vida. Ahora se sienten apoyados y acompañados,
y dejaron de sentirse discriminados por su identidad.
La casa de día Laetus Vitae,
dirigida por Samantha Flores, una mujer trans de 87 años, activista LGBT, tiene
un año de haber abierto sus puertas, y es el primer espacio para adultos
mayores LGBTTI en América Latina.
Cada martes, jueves y sábados, varios adultos mayores
se reúnen para platicar en Laetus Vitae, donde también reciben apoyo
psicológico, asistencia en el uso del internet, les dan consultas médicas y
tienen un cine club, todo de manera gratuita, pues quienes brindan los
servicios trabajan de manera voluntaria.
Los domingos, además, celebran
una misa de culto ecuménico, realizada por el padre Vincent C. Shwahn, quien
es, junto con Samantha, líder del proyecto.
Vincent cuenta que abrir la
casa de día no fue sencillo, primero, porque hallar un lugar en el que pudieran
establecerla no fue fácil, debido a que “cuando se enteraron que era un
proyecto de la comunidad LGBTTI se echaban para atrás. Todavía hay mucha
discriminación, por puros dichos, porque ni siquiera nos conocen”.
En el local que rentan ahora,
dice, han tenido una mejor respuesta, e incluso reciben a varios adultos
mayores que no pertenecen a la comunidad LGBTTI, pero que viven en las
cercanías.
“Servimos como un centro
comunitario, porque creamos comunidad y estamos creando vínculos entre la
comunidad y los que viven alrededor. Eso ha sido lo más bonito del proyecto”,
señala.
Para Vincent, el acercamiento
de los vecinos al proyecto ha sido uno de los mayores logros, ya que “gente que
tal vez jamás se daría la oportunidad de conocer a una persona trans, gay o
lesbiana pueden venir, pueden conocer y darse cuenta que no pasa nada. Es
importante romper esas brechas y crear comunicación entre estas comunidades”.
Actualmente, Laetus Vitae funciona con la colaboración
de dos voluntarios psicólogos, dos médicos y varios que acuden a apoyar con la
logística de las diferentes actividades. Todos ellos cuentan que se
acercaron al proyecto cuando supieron de su existencia por una campaña de
fondeo en la que se recabaron 400 mil pesos que permitieron habilitar el
espacio donde se encuentran.
Michel, una documentalista, es
voluntarias y apoya a Samantha con las actividades en la casa de día y toma
video lo que acontece, pues planea realizar un cortometraje para difundir el
trabajo de Laetus Vitae.
“Es un espacio muy bonito
porque da seguridad a personas que en otros lugares pueden vivir situaciones
difíciles, y el estar aquí y ver cómo se acerca cada vez más gente ha sido uno
de los mayores logros del proyecto”, cuenta.
Una fiesta por los adultos
mayores LGBTTI
Samantha explica que en Laetus
Vitae todas las actividades son gratuitas, por lo que se apoyan de donativos
para mantener su labor.
La primera vez que recurrieron
a una campaña de fondeo fue en mayo de 2017, con la que recabaron 400 mil pesos
que le permitieron pagar la renta del lugar, amueblarlo con un par de
computadoras para los talleres de computación e internet, y los servicios de
agua, luz y teléfono.
Sin embargo, necesitan ampliar
el espacio en el que trabajan con los adultos mayores, pues cada vez reciben a
un mayor número. Es por eso que
decidieron realizar una nueva campaña de fondeo, con la que repararán una
escalera y habilitarán otro salón en el segundo piso.
Para conseguir el dinero,
Samantha, apoyada por 15 alumnos del Centro de Capacitación Cinematrográfica
(CCC), inició una recaudación en el portal de Donadora, y están organizando una
fiesta.
La fiesta en beneficio de
Laetus Vitae se llevará a cabo el próximo sábado 16 de febrero en el Punto
Gozadera, ubicado en Plaza de San Juan 15, colonia Centro en la Ciudad de
México. Los boletos para la
celebración, con un costo de 80 pesos, pueden adquirirse por internet.
Animal Político