Sabemos perfectamente que debemos dormir
entre 7 y 8 horas diarias para que nuestro cuerpo se recuepere y nuestro
cerebro pueda organizar la información, pero cuando no logramos conciliar el
sueño por insomnio o fiestas, creemos que durmiendo más al día siguiente nos
pondremos al corriente pero esto no funciona así: no es posible recuperer las
horas de sueño perdidas.
Numerosos estudios han demostrado que las
horas de sueño perdidas no se pueden recuperer durmiendo más al día siguiente.
Una invstigación realizada por la Universidad de Colorado Boulder y publicada
en la revista Current Biology indicó tratar de ponerse al día después de
desvelos durante unos días y luego volver a los malos hábitos de sueño puede
empeorar las cosas.
"Nuestros hallazgos sugieren que el
comportamiento común de desvelarse durante la semana y tratar de compensarla
durante el fin de semana no es una estrategia de salud efectiva", dijo el
autor principal Kenneth Wright, profesor de fisiología integradora y director
de Sleep and Chronobiology.
El sueño insuficiente puede aumentar el
riesgo de obesidad y diabetes, en parte al aumentar la necesidad de comer
bocadillos por la noche y disminuir la sensibilidad a la insulina, o la
capacidad de regular el azúcar en la sangre. Algunos impactos adversos en la
salud metabólica pueden comenzar después de solo una noche de pérdida de sueño,
según ha demostrado una investigación reciente de CU Boulder.
Para este estudio, reclutaron a 36 adultos
sanos de 18 a 39 años para permanecer por dos semanas en el Centro de
Investigación Traslacional Clínica en el Campus Médico de Anschutz, donde se
monitoreaba de cerca su consumo de alimentos, exposición a la luz y sueño.
Después de la prueba de referencia, los
voluntarios se dividieron en tres grupos. A uno se le dio suficiente tiempo
para dormir: 9 horas cada noche durante 9 noches. El segundo se permitió 5
horas por noche durante ese mismo período. El tercero durmió no más de 5 horas
por noche durante 5 días, seguido de un fin de semana en el que pudieron dormir
tanto como quisieron antes de regresar a 2 días de sueño restringido.
Ambos grupos con restricción del sueño
comieron más por la noche, aumentaron de peso y vieron descensos en la
sensibilidad a la insulina durante el período de estudio. Mientras que aquellos
en el grupo de recuperación del fin de semana observaron algunas mejoras leves
(incluida la reducción de bocadillos nocturnos) durante el fin de semana, esos
beneficios desaparecieron cuando se reanudó la semana laboral restringida para
dormir.
"Al final, no vimos ningún beneficio
en ningún resultado metabólico en las personas que pudieron dormir el fin de
semana", dijo Depner.