En Bélgica, Jan, un hombre de 64 años de edad, descubrió que
su esposa Mónica era en realidad una mujer transgénero. Él había conocido
a su pareja en Indonesia, cuando él tenía 44 años y ella 27.
Después la pareja comenzó un romance y, tras varios meses de
novios, Jan le propuso que se casaran: contrajeron nupcias en la ciudad de
Amberes para que Mónica obtuviera la ciudadanía europea y así poder vivir
juntos en el país donde residía él.
Asimismo, cuando decidieron casarse, hubo un problema: las
autoridades les habían informado que era complicado validar el matrimonio, ya
que los documentos de la joven parecían apócrifos. Pese a ello, el hombre
decidió seguir con la boda.
Amigos sospechan que Mónica "era hombre"
Ya casados, Jan le preguntó a Mónica si quería tener
hijos y ella dijo que no; el hombre no se preocupó ya que él ya tenía dos
hijos, producto de su matrimonio anterior.
A los 19 años de casados, Mónica comenzó a trabajar, y en
ese contexto, amigos y familiares de Jan le comentaron que veían a su
esposa en centros nocturnos, incluso comenzó a correr el rumor de que ella en
realidad “era hombre”.
Ante esta situación, Jan halló mensajes en el teléfono de su
esposa; las dudas se hicieron más frecuentes hasta que enfrentó a Mónica y la
cuestionó, a lo que ella se sinceró.
Mónica le contó que nació “hombre”, sin embargo, antes de conocerse, ella se sometió a una cirugía de cambio de sexo, pues el cuerpo de la mujer no correspondía a su identidad de género.