A la pequeña Nazanin la comprometieron cuando tenía cinco años a cambio de 3 mil 500 dólares.
Sus padres necesitaban ese dinero para pagar el tratamiento de su hermano con epilepsia.
"El dolor de mi hijo era insoportable. Cuando miraba su cara, pensaba que debíamos aceptar el dinero", cuenta la madre de la pequeña, que vive en el campo de refugiados Shahrak e Sabz cerca de Herat, en el oeste de Afganistán.
Los padres de Nazanin tienen siete hijos: tres niñas y cuatro niños. Nunca fueron a la escuela y no saben leer o escribir. No tienen dinero ni trabajan.
No hay justificación válida para truncar así la infancia de una pequeña, pero los padres explicaron en una entrevista con la BBC el porqué la comprometieron para casarse con apenas cinco años.
"Tomé el dinero y acepté dar a nuestra hija mayor Nazanin en matrimonio. Use el dinero para pagar el tratamiento de mi hijo, pero no se recuperó y tampoco puse quedarme con mi hija", dice la madre.
"Si no estuvieras en una situación tan desesperada, no aceptarías el matrimonio de una niña tan pequeña. Juro que no lo hubiera hecho, pero necesitaba el dinero. Fui obligado por mi necesidad", insiste el padre.
"¿Qué podemos hacer? Esta era la única opción posible para mí. No estoy solo, muchos otros han hecho lo mismo debido a la sequía y problemas financieros".
Pero ni siquiera los 3 mil 500 dólares que recibieron a cambio de Nazanini pudieron evitar la muerte de su hijo de cuatro años.
Como la situación económica de la familia no ha mejorado, su papá asegura que podría considerar vender a las otras dos niñas para pagar sus deudas.
"Si mi miseria continúa y encuentro a alguien dispuesto a darme dinero por mis otras hijas haré lo mismo. Mis prestamistas me están llamando dos o tres veces al día para que les pague lo que les debo".
En Afganistán, la edad legal para el matrimonio es de 16 años para las chicas y 18 años para los chicos, pero muchos se casan a edades más tempranas.