Los defectos cardíacos congénitos son la
principal causa de muerte fetal y afectan a ocho de cada mil bebés nacidos en
todo el mundo, y los padres fumadores pueden aumentar el riesgo de estas
patologías en su descendencia, indicó un metaanálisis realizado en China.
El estudio, publicado en la revista
European Journal of Preventive Cardiology, sugiere que el humo de segunda mano
para las mujeres embarazadas, podría ser aún más dañino para sus bebés que si
ellas mismas fuman.
Jiabi Qin, autor de la investigación de la
Escuela de Salud Pública de Xiangya, Universidad Central del Sur, Changsha,
advirtió que los futuros padres deberían dejar de fumar porque son una gran
fuente de humo de segunda mano.
Este es el primer método de investigación
que examinó las relaciones entre el tabaquismo paterno y el tabaquismo materno
pasivo y el riesgo de malformaciones cardiacas en los bebés.
Los investigadores recopilaron la mejor
evidencia disponible hasta junio de 2018 plasmada en 125 estudios con 137 mil
574 bebés con defectos cardíacos congénitos y 8.8 millones de futuros padres.
Todos los tipos de tabaquismo de los
progenitores se asociaron con el riesgo de defectos cardíacos congénitos, con
un aumento de 124 por ciento para el tabaquismo pasivo en las mujeres y 25 por
ciento para las que fuman.
Estudios anteriores se han centrado en las
mujeres fumadoras. Sin embargo, la exposición de las embarazadas al tabaquismo
pasivo es más común al hecho de que ellas consuman cigarros.
Fumar es teratogénico, es decir, que puede
causar malformaciones durante la gestación, porque se trata de tóxicos que
pueden atravesar la placenta, indicó el doctor Qin.
"La asociación entre los futuros
padres que fuman y el riesgo de defectos cardíacos congénitos ha atraído cada
vez más atención con el creciente número de fumadores en edad fértil",
apuntó.
El científico mencionó que para las mujeres debe ser igual de importante dejar el hábito de fumar antes de intentar quedar embarazadas, como el alejarse de las personas que consumen tabaco.
Notimex.